Nacional desnudó todas las dudas de Boca – El equipo de Bianchi (suma 3 puntos) mostró otra vez muchas falencias en defensa y poco juego a pesar de contar con Riquelme. Y una noche la Bombonera no tembló ni latió. Se estremeció. Los hinchas, maravillados con tantas noches de gloria copera, vieron a su equipo perder por segunda vez consecutiva en su templo. Y así, las chances de clasificar a los octavos de final empiezan a complicarse. Impensado. Sobre todo si se mira al banco y se lo ve a Carlos Bianchi y si en la cancha está Juan Román Riquelme. Pero este Boca versión 2013 está lejos de ser el de los mejores tiempos y ayer las dudas se agigantaron. Igualmente, vale aclarar que no mereció perder; Nacional se llevó un premio muy grande.
Así lo demostraron los aplausos del final, en señal de aprobación de los hinchas de Boca, más allá del resultado. Es que en los primeros 45 minutos el equipo tuvo momentos para destacar y contó con varias llegadas al arco rival, pero falló en la definición. Boca fue un conjunto que amenazó en todo momento, pero le costó concretar. Amenazó con una prolija elaboración comandada por Riquelme (demostró, al igual que el domingo, que sigue intacto a pesar de los ocho meses de inactividad), pero se perdió en los últimos pases. Amenazó con la explosión del Burrito Martínez -el más claro- pero por momentos se apagó. Amenazó con una sociedad entre Riquelme y Clemente Rodríguez, pero no terminó de armarse. Entonces apareció Martínez, que intentó asociarse justamente con Rodríguez, a quien le cedió el gol del empate, pero el lateral se nubló ante Bava y perdió la chance.
Y Nacional ¿qué hizo para ganar? Poco y nada. Este equipo uruguayo, que llegó a la Bombonera con técnico interino y muchos problemas internos, parecía no tener ni una cebita para amenazar a Boca. Sin embargo, logró mostrar los dientes de todo equipo de su país y en la primera llegada le dio un nuevo golpe a Boca con un tremendo cabezazo de Scotti anticipándose a Chiqui Pérez.
Bianchi hizo un cambio táctico que no le dio los frutos esperados. Paró a Ribair Rodríguez de 5 sólo y sacrificó a Erbes en la banda derecha. Pero Boca otra vez sufrió con el retroceso, sobre todo por ese sector. A Erbes le costó hacer pie en la primera mitad y Franco Sosa le dio la razón a Bianchi cuando dijo que «el puesto de lateral está de remate». Igualmente, Erbes levantó en el complemento y casi logra el empate en una buena jugada personal.
Después del gol de Nacional, Boca sintió el golpe, pero no se cayó. Fue a buscar enseguida el empate y mereció conseguirlo, aunque no pudo. Contó con tres llegadas en un ratito: primero lo tuvo Pérez con un cabezazo; luego Martínez se ató la pelota al pie para gambetear en el área y dejarle servido el gol a Ribair Rodríguez, quien definió al cuerpo de un defensor; y después lo tuvo otra vez Martínez. Unos minutos más tarde un remate de Erbes se fue cerca del palo izquierdo y Martínez exigió al arquero Bava.
En el complemento las dudas de Boca crecieron, sobre todo en los puestos cuestionados: el lateral derecho, el primer central y el centrodelantero. Ni Sosa ni Pérez ni Viatri pudieron ganarse la titularidad. Y Boca no pudo empatar ni siquiera jugando los últimos 15 minutos con un hombre de más por la expulsión de Lembo.
Nacional hizo su negocio y le dio otro golpe a Boca que se perdió en su laberinto, en sus dudas. Esas no paran de crecer y complican el futuro.