Darío Luis Pietrani, fue el guardián del arco de Trebolense, durante gran parte de la década del 80 y 90.
Hombre querido por sus compañeros, amado por los hinchas y respetado por los rivales.
Tras su retiro del fútbol, fue entrenador de arqueros del «Cele» en Inferiores y en Primera División.
Su vida, sus días, su familia y sus hijos siempre estuvieron ligados al «viejo Trebolense de la punta del boulevard».
Tras su deceso, Trebolense decidió homenajearlo en donde más debía. El arco de la «Quema», bajo los tres palos del estadio «Centenario».
Y así pasará la noche el estadio «Centenario». Con el arco de la cabecera oeste iluminado con los colores del «Cele» y la bandera extendida desde el travesaño y hasta el suelo.
Ahí es donde el «Pato» se lucía, descolgaba los centros más enroscados y atajaba los tiros más esquinados.
Será eterno, ningún hincha lo podrá olvidar. Tampoco hay forma, porque el «Pato» está en el corazón de todos.