Un hombre de 38 años identificado como Roberto M. Andini, alias «Sombra», quedó en prisión preventiva en el marco de la investigación por el homicidio de Héctor Cornalis cometido el 16 de abril, luego de que fuera emboscado y secuestrado, en el ingreso a la planta de la Cooperativa 22 de Marzo, en la localidad de Eustolia, en el departamento Castellanos.
La medida cautelar fue impuesta por el juez Pablo Ruiz Staiger a raíz del pedido formulado por el fiscal Carlos Zoppegni en una audiencia llevada a cabo este martes por la mañana en los tribunales de la ciudad de San Jorge.
En la audiencia, el fiscal realizó la atribución delictiva y aclaró que «al hombre detenido se le endilgó la autoría del delito de secuestro coactivo agravado». En tal sentido, explicó que «de la investigación se desprende que contrató a tres personas para que lleven adelante un plan del que resultó la muerte de la víctima como consecuencia no querida por el imputado».
«Las tres personas debían secuestrar a Cornalis y robarle el dinero», sostuvo Zoppegni y subrayó que «no tenían armas de fuego en su poder. Por lo tanto, el imputado sabía que necesariamente debían golpearlo para poder maniatarlo y sustraerle el efectivo». Sin embargo, hizo hincapié en que «la frustración del plan fue el motivo por el cual las personas contratadas decidieron consciente y voluntariamente darle muerte a Cornalis».
Muerte no querida
No obstante, el fiscal advirtió que «en cuanto al resultado muerte no querida que se le atribuyó al imputado, es de carácter provisorio y podría modificarse en función de los resultados de las demás diligencias que todavía deben realizarse».
«El hecho ilícito que se le atribuyó al imputado es haber diseñado y organizado un plan para privar de la libertad a Cornalis, robarle dinero de la cooperativa 22 de Marzo que la víctima tenía en su poder por ser el tesorero y luego repartir el botín», relató el fiscal.
El fiscal precisó que «para llevar a cabo el secuestro y el robo, el imputado contrató a tres personas que debían maniatar a la víctima, trasladarla a su casa, atar de pies y manos al resto de su familia, sustraer el dinero, escapar en su auto hacia la autovía número 19 y, finalmente, cinco días después, se reunirían en la ciudad de Santa Fe para repartir el dinero».
«Tal como había previsto el imputado, alrededor de las 5 de la mañana, la víctima llegó en su auto –en cuyo baúl había un total de 8.674.750 pesos– y sin acompañante a la sede de la cooperativa ubicada a la altura del kilómetro 112 de la ruta provincial número 13, entre las localidades de María Juana y Estación Clucellas», informó el fiscal. «En el lugar, escondidos en las canaletas, ya estaban los tres contratados para llevar adelante el plan», expuso Zoppegni.
«Golpearon ferozmente a Cornalis, lo subieron malherido y atado de pies y manos en el asiento trasero del vehículo en el que había llegado al lugar y tomaron la ruta 13 para ir a la casa de la víctima», narró el fiscal. «Por su parte, el imputado –que estaba en el lugar, pero no participó de la agresión– se fue por un camino de tierra a su casa para continuar según el plan previsto de antemano», agregó.
Cambio de rumbo
El fiscal también puntualizó que «mientras se trasladaban en el vehículo con Cornalis en el asiento trasero, vieron un móvil policial que circulaba en sentido contrario al que iban ellos». Añadió que «los agentes de la fuerza se dirigían hacia la cooperativa a raíz de que el sereno vio la agresión a Cornalis y dio aviso».
«A raíz de la presencia policial, los tres prófugos giraron en U y se colocaron detrás del móvil policial sin sobrepasarlo», explicó.
«Una vez que el auto de la policía ingresó a la planta de la cooperativa, aceleraron hacia la autovía 19. Finalmente, dejaron abandonado el vehículo en un camino rural en jurisdicción de Colonia Cello, con la víctima sin vida en el asiento trasero y sin haber perpetrado el robo», concluyó el fiscal.
Rencor por un despido
«El imputado y Cornalis se conocían. Habían trabajado juntos en la empresa láctea Lugui SRL y en 2016 –junto con otros 11 trabajadores– integraron la cooperativa que se hizo cargo de la firma», señaló el fiscal.
Zoppegni remarcó que «en 2020, el imputado fue despedido de la cooperativa porque fue sorprendido hurtando mercadería». Indicó en que «el accionar delictivo fue acreditado por filmaciones y Cornalis intervino directamente para esclarecer lo ocurrido».
El funcionario del MPA también destacó que «a pesar de que no le correspondía indemnización alguna, en agosto del año pasado el imputado cobró una suma que superó los 300 mil pesos».
«A partir de ese momento, y con rencor contra la cooperativa y en especial contra Cornalis, el imputado comenzó a poner en marcha su plan para apoderarse de todo el dinero de la cooperativa que la víctima tuviera en su poder», sintetizó.