Mientras se discute a nivel nacional qué porcentaje de aumento tendrán los servicios, las autoridades de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) estudian con preocupación la asimetría que, aseguran, existe en materia tarifaria entre Santa Fe y las distribuidoras regionales, en particular la de Córdoba. Según números a los que tuvo acceso Rosario3, los clientes de la EPE -en sus tres grupos: residencial, comercial e industrial- pagan entre un 41% y 84% menos que los de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC).
Una casa promedio en Argentina consume entre 200 y 300 kWh al mes. Un documento interno elaborado por la EPE fija que este segmento paga en Santa Fe boletas bimensuales de $1.286 y $1.992, respectivamente. En Córdoba, por el mismo consumo se abona $1.809 (+41%) y $3.404 (+71%). Aunque con menos diferencia, la variación también opera en la comparativa con Energía de Entre Ríos SA (Enersa) y Empresa Distribuidora de Energía Norte (Eden, que atiende centro y norte de la provincia de Buenos Aires).
Más allá de estas diferencias, las autoridades de la firma santafesina juran y perjuran que los aumentos «tendrán un alineamiento claro y fuerte con el gobierno nacional». Esta semana, el subsecretario de Energía Eléctrica Federico Basualdo informó que el porcentaje de incremento «va a estar por debajo del 29% de la inflación proyectada» para 2021. Las modificaciones podrían operar en abril, luego de que el 29 y 30 de marzo tengan lugar las audiencias públicas para el sector.
En el caso de los comercios, los análisis desde la EPE marcan que los usuarios santafesinos pagan valores muy por debajo de lo que lo hacen sus pares cordobeses. Las diferencias están en torno del 55% para los menores consumos, pero llegan hasta el 69% en los segmentos más altos. Los porcentajes son aún mayores para los clientes que se acogen a los beneficios de la ley provincial 11.257, que permite obtener rebajas en caso de estar al día con Ingresos Brutos. En la siguiente infografía puede verse la progresión para los distintos tramos:
Para el grupo de clientes del sector industrial las variaciones respecto a la distribuidora cordobesa son aún mayores, ya que parten del 70% y llegan hasta el 84%. La comparativa con Enersa y Eden muestran otro panorama: los entrerrianos tienen una tarifa más barata para los pequeños consumos, pero más alta a medida que aumentan los kWh; los bonaerenses arrancan con valores más caros y quedan por debajo de los santafesinos en las fábricas de alto consumo. El detalle, en la siguiente tabla:
Descongelamiento
Vale recordar que el cuadro tarifario de la EPE se encuentra prácticamente frizado desde marzo de 2019. En febrero pasado, la empresa decidió introducir un ajuste en el precio mayorista que fue de muy bajo impacto para los hogares (la actualización rondó el 0,6%) pero pegó en comercios e industrias (6,1% y 6,7%, respectivamente). Según se informó, la decisión respondió a modificaciones realizadas por Nación en 2019, nunca trasladadas a los usuarios finales. Hace unas semanas, en tanto, operó otro incremento, pero sólo aplicable a 400 empresas que registran potencia por arriba de los 300 kW.
Mientras que el traslado del aumento de 2019 significó ingresos por 170 millones de pesos mensuales para la EPE, el que perjudicó a grandes usuarios tuvo efecto cero en las arcas de la distribuidora (la firma solamente trasladó en sus facturas lo recaudado por Cammesa, la administradora del mercado eléctrico mayorista). Con un déficit mensual que ronda los 700 millones de pesos, la empresa estatal espera con ansias la posibilidad de ajustar la tarifa.
Lo que operará luego de las audiencias será entonces la actualización del “VAD», tal como se conoce al Valor Agregado de Distribución, uno de los tres componentes que tiene la tarifa (los otros dos son el costo de la energía y los impuestos). Se trata de un concepto que es independiente a cada distribuidora y sobre el que propios y ajenos siempre machacan, porque habla de la eficiencia de cada empresa.
Según números que barajan en el directorio de la EPE, presenta un atraso de entre el 100% y el 110%. Difícilmente haya correcciones en ese orden, por lo que, si los aumentos acompañan lo dictaminado por el gobierno nacional, el déficit seguirá dañando mes a mes los números de la empresa.
Fuente: Rosario3