La clausura de un bar en pleno centro de la ciudad, por Boulevard América, casi esquina Italia, generó polémicas y hasta el accionar legal por parte de los propietarios del establecimiento.
Desde la Dirección de Gobierno del Municipio, en conjunto con Protección Civil, la Dra. Gisela Mattalía, Raúl Dominio y Mariano López, dialogaron con El Trébol Digital y se refirieron a la cuestión.
López señaló: «En la parte de boliches, pubs y bares se viene trabajando desde hace mucho con Protección Civil. Es una labor exhaustiva, desde antes de la pandemia. El tema de extintores, factores de ocupación, salidas de emergencias son estrictos y más aún ahora para cuidarnos de la pandemia. En su momento se calculó el factor de ocupación, que además se utiliza al 50% ahora, en estos tiempos. Y tiene que haber mesas, con 6 personas como máximo y separadas en un metro y medio entre unas y otras».
Por su parte, desde la coordinación de Protección Civil, Dominio argumentó: «Nos pusimos a disposición de la gente por el tema de la noche. Uno puede flexibilizar como se hizo. Llevamos proyectos para extender horarios. No fue un capricho. Nos pusimos a disposición y fuimos contemplativos, pero se obviaron detalles. El tema del factor de ocupación no es un capricho», volvió a remarcar y agregó; «Ese lugar no estaba habilitado como boliche bailable, sino como bar. Ese lugar tenía permitidas 95 personas como máximo con el patio incluído y hasta hicimos una excepción para que utilice la vereda. No son inventos, son tablas que hay que respetar».
Desde la Dirección de Gobierno, la Dra. Mattalía enfatizó: «Todo arrancó con una infracción el primer fin de semana de noviembre en la que se había duplicado y triplicado la cantidad de personas en el recinto. Se les advirtió y el dueño apagó la música pero los chicos no salían. Luego hubo un informe de la policía y los inspectores porque el desborde era importante. La gente del establecimiento asistió a una reunión con abogados y se les puso en conocimiento de la gravedad del incumplimiento que se estaba dando».
Mattalía resaltó: «Nosotros pensamos en todo, ampliamos horarios y así y todo se realizaron incumplimientos. La fundamentación de la resolución de la Jueza de Faltas que establece la clausura, no solamente suma los informes y la primer acta, sino una segunda acta posterior a la reunión con el propietario, pese a las advertencias y al pedido encarecido de poder encausar el funcionamiento del bar a las medidas de protección para los asistentes. Además tenemos denuncias de vecinos por ruidos y por amontonamiento de gente que fue muy visible».
Desde el Municipio se atendió a las quejas de vecinos del lugar. «Tenemos denuncias de vecinos, hay imágenes y videos donde se ven y se escuchan muchos ruidos. Quisimos ayudar pero volvimos a tener incumplimientos constatados. La clausura que hicimos es de 30 días mínimo como dice la ordenanza».
ETD – Se puede levantar con una sanción económica?
«Lo determinará la Jueza de Faltas en virtud del procedimiento que se pueda ir dando. Hoy es de 30 días. Hay muchas personas que trabajan mucho en esta pandemia. Hay criterios que respetar. Necesitamos en esta situación que cada una situación sea responsable. Estamos hablando de un propietario de comercio al que asisten muchas personas, que puede trabajar, que tiene un horario acorde para trabajar, que tenía que atenerse a reglas y no lo hizo y eso pone en riesgo y aumenta el riesgo dentro de la ciudad. Entiendo a los chicos que están cansados de la situación porque todo se hizo largo y quieren salir pero hay gente que está más cansada todavía».
ETD – Los propietarios habían tenido otros inconvenientes antes de la pandemia?
«Pudo haber habido otros inconvenientes. Hubo alguna que otra acta de infracción pero el propietario venía para tratar de solucionarlo. Hubo temas de decibeles, de horarios y se lo advertíamos. Ahora excede todo. Se usan jarras, hay baile. Necesitamos un cumplimiento mínimo de las medidas establecidas y es grave».
ETD – Cuando se clausuró?
«Se clausuró el 24 de noviembre. En el acto de la clausura había dos personas, el inspector y el dueño del local a quien le dimos aviso por si necesitaba sacar cosas del local con vencimiento. Si la defensa de la contraparte es la mala utilización del barbijo del Jefe de inspección al hacer la clausura, me parece bastante alejado de la realidad. No sé que defensa podrá ser porque los incumplimientos son patentes, porque hay toda una ciudad visualizando eso así que me parece poco serio y un poco salido de la realidad y de la lógica sanitaria de la ciudad al plantear esa defensa».