El Ministerio de Salud de la Nación dio a conocer recomendaciones para que pacientes con coronavirus que transitan sus últimos días de vida puedan ser acompañados por allegados «preferentemente» de entre 18 y 60 años «con buena salud general» y sugiere que todos los establecimientos de salud conformen «un equipo específico para estas situaciones».
Detalles de ese protocolo fueron ofrecidos este jueves por la mañana en el reporte habitual que realiza la cartera sanitaria nacional.
Las recomendaciones -que fueron publicadas en la página web del Minsiterio- podrán ser aplicadas por centros de salud y siguen una línea similar a la que expuso días atrás el médico santafesino Bernardo De Diego, jefe de Terapia Intensiva de la Clínica Mater Dei donde el protocolo se viene aplicando prácticamente desde el comienzo de la pandemia.
Recuperar el contacto
El equipo «debería incluir médicos/as, enfermeros/as, profesional de la salud mental, profesional social (trabajador/a social por ejemplo), entre otros/as», se explicó en una comunicación oficial. Las recomendaciones, elaboradas con los aportes de sociedades científicas, organizaciones de la sociedad civil, de pacientes y universidades, «pretenden lograr una mirada federal y multidisciplinaria contemplando una situación epidemiológica dinámica y la evidencia científica disponible aportando nuevos conocimientos en relación al SARS-CoV-2 con los que no se contaba al inicio de la pandemia», se explicó.
«Las personas infectadas con Covid-19, una vez que son hospitalizadas, se quedan solas en una habitación, y, al ser transferidas a unidades de cuidados intermedios o intensivos, pierden por completo la conexión con sus familiares y amigos», se describió.
El protocolo establece una estrategia de comunicación que deben considerar «quién será interlocutor del equipo que se contactará con las familias» e indicarán «cómo se llevará adelante el acompañamiento presencial».
Al familiar o allegado, «se debería brindar la posibilidad de contactarse a través de dispositivos digitales con comunicaciones o videollamadas», pero «siempre que la condición del paciente lo permita».
También define «la necesidad de elaborar un consentimiento que aclare el riesgo potencial y explique los procedimientos permitidos y desaconsejados». Para la persona designada se recomienda que «reciba apoyo y contención de especialistas en salud mental en el manejo de situación de final de vida y duelo», y para el equipo de salud involucrado, «que se generen espacios para escucha activa, contención individual y para líderes de equipos».
El propósito de estas estrategias, se subrayó, es habilitar «entornos más empáticos» y permitir a los pacientes «afrontar el proceso final de su vida con dignidad y permitir a familiares/allegados la posibilidad de despedida presencial de sus seres queridos».
Noticia de: El Litoral (www.ellitoral.com)