– La producción nacional de biodiesel cayó un 39,7% interanual en los primeros ocho meses del año, y las exportaciones se derrumbaron 58,4% en valores en igual lapso, a raíz del conflicto comercial entre Argentina y la Unión Europea (UE), según un informe difundido que alertó por la «delicada» situación del sector.
El reporte, realizado por los consultores de Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), estableció que la UE «representa el 65% en valores y cantidades en las compras de biodiesel», pero las diferencias entre la Casa Rosada y Bruselas, con acusaciones cruzadas en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC) terminaron por afectar al sector.
Entre enero-agosto, «la producción llegó al 1,1 millón de toneladas con una caída del 39,7 por ciento, fruto de la fuerte caída de la demanda externa. El delicado panorama del sector se debe al conflicto comercial con la Unión Europea que ha derrumbado las exportaciones, que en 2012 representaron casi el 90 por ciento de los envíos de nuestro país», añadió el estudio.
El segmento de biodiesel está orientado principalmente al mercado externo, con exportaciones que representaron el 69,7 por ciento de la producción en 2011, lo que evidencia la importancia de la demanda externa para el sector, ahora afectada.
En ese sentido, el análisis señaló que «en los ocho primeros meses de 2013, se exportaron 634,4 miles de toneladas de biodiesel, con una fuerte baja interanual, del 49,7 por ciento con respecto al mismo período de 2012».
Por su parte, en el acumulado a agosto de 2013, medido en valores, las exportaciones de biodiesel totalizaron 602,9 millones de dólares, «una caída de 58,4 por ciento con respecto al acumulado de ocho meses de 2012», y lo propio ocurrió en el mercado local.
Por destinos, el principal en valores fue España, que concentró el 41,3 por ciento de los envíos, seguido por Perú (17%), Estados Unidos (13,8%) y los Países Bajos (12,9%).
A fines de mayo, la UE anunció una sanción con aranceles antidumping de entre 6,8% y 10,6% al biodiesel argentino, por considerar que «causa daño» a su industria, en medio de la escalada en el conflicto comercial con ese bloque, potenciado por las barreras a las importaciones de todo origen impuestas en los últimos años por el Gobierno. La Cancillería consideró «proteccionista» la decisión y aseguró que fue adoptada ante «la incapacidad de los productores europeos para competir con productores más eficientes».
