En una nueva jornada de protesta los trabajadores municipales de Carcarañá renovaron sus reivindicaciones y cortaron la autopista Rosario-Córdoba para alzar su voz y exigir el pago de sueldos atrasados.
La ruidosa manifestación comenzó a las 10 y se extendió por el término de una hora y media, lo que obligó a realizar desvíos por sectores alternativos aunque no impidió que se formaran largas filas de vehículos que debieron esperar para seguir viaje.
Lejos de resignar sus demandas protagonizaron una fuerte movida con el respaldo de distintas seccionales sindicales del sur santafesino para fortalecer su reclamo, desafiando el agobiante calor que azotó la media mañana de ayer y no fue impedimento para que los huelguistas saquen pecho en busca de soluciones que se dilatan más de lo esperado.
Los manifestantes se apostaron entre la estación de peaje establecida a la altura de Carcarañá y el puente de acceso a la Ruta S-26 para marcar presencia y no dar tregua con la medida de fuerza que vienen llevando adelante desde hace 14 días con la convicción de que finalmente dará sus frutos.
“Seguiremos luchando hasta cobrar lo que nos corresponde, porque así no podemos seguir ya que la estamos pasando muy mal y sufriendo necesidades”, sintetizó uno de los trabajadores.
Los municipales visibilizaron su malestar en medio de pancartas y cánticos que se conjugaron con el sonar de bombos y redoblantes y la quema de neumáticos. Y si bien se especuló antes de llevar adelante el corte con la posibilidad de que tal acción derivara en una orden judicial para desactivar el piquete, nada de eso sucedió más allá de la presencia de personal de Gendarmería y efectivos policiales santafesinos afectados a tareas de control y seguridad.
Los empleados estuvieron acompañados de familiares y vecinos que se sumaron a la convocatoria impulsada por el sindicato municipal de Carcarañá y de la que también participaron delegaciones gremiales de Casilda, Correa, Cañada de Gómez, Las Rosas y Las Parejas.
En un clima de preocupación e incertidumbre ante la falta de soluciones apuntaron la mirada especialmente hacia la provincia para que destine algún tipo de asistencia o salvataje que ayude a destrabar el conflicto salarial al que la actual gestión municipal en retirada no logra resolver. “Esperamos que luego de esta manifestación el gobierno santafesino reaccione y actúe en consecuencias porque la situación es desesperante”, dijo ayer La Capital el secretario general del Sindicato de Trabajadores de Carcarañá, Gastón Paz, tras dirigirse a los trabajadores antes de poner fin al corte y proceder a la desconcentración.
El dirigente gremial dijo que la problemática es tan grave que “hay empleados que ya no tienen plata ni para comprar alimentos, razón por la cual es indispensable una solución urgente”.
Y en esa línea si bien alentó la posibilidad de que el municipio cancele el próximo martes el 30 por ciento de lo que aún debe de los haberes de octubre, aseguró que ya le anticiparon que “no hay plata para los sueldos de noviembre, con lo cual el panorama en lo inmediato, por más que normalicen los haberes del mes pasado, se presenta muy difícil al tener que seguir lidiando con demoras e incumplimientos en el pago de las remuneraciones”.
En este contexto el gremio ayer por la tarde mantuvo un encuentro tanto con concejales y autoridades municipales actuales como las electas a fin de analizar la cuestión e intentar acordar y trazar “una estrategia conjunta” para intentar superar la coyuntura y salir adelante.
Cabe recordar, como ya dio cuenta este medio, que los municipales carcarañenses no sólo tienen dificultades para cobrar sus haberes, sino que tampoco el municipio está al día con los seguros de Accidente de Riesgo de Trabajo, entre otras demandas a la espera de una pronta resolución que termine por tranquilizar los ánimos.