El Senado desestima un posible juicio político a la presidente de Brasil – El titular de la Cámara Alta propuso una agenda de reformas económicas. Y evitó confrontar con Dilma. En medio de la crisis política y económica que ha hundido la popularidad de la presidenta de Brasil, y mientras el dólar volvió a subir tras una leve baja el lunes, Dilma Rousseff sintió ayer algo de alivio, luego de que el titular del Senado, Renan Calheiros, desestimara un pedido de juicio político impulsado por la oposición, que organiza una movilización por la salida de la mandataria para el domingo.
Rousseff afirmó a periodistas en el Palacio presidencial del Planalto que estaba «muy de acuerdo, bastante conforme» con la posición asumida por Calheiros, el poderoso titular de la Cámara Alta que el lunes también propuso una agenda de reformas económicas para facilitar las privatizaciones.
Calheiros, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), un socio clave del PT en la coalición en el poder, decidió dar una tregua al gobierno y el lunes se reunió con el ministro de Hacienda, Joaquim Levy, a quien presentó una agenda de reformas que incluye el sistema previsional.
Pero lo que más importa a Rousseff tal vez sea que Calheiros, al volcarse por el diálogo, se diferenció del jefe de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, también del PMDB. Días atrás, Cunha aceleró las gestiones para una evaluación de los gastos del gobierno en 2014, que, de ser reprobados, autorizarán la apertura de un juicio político o «impeachment».
Calheiros afirmó en cambio que no va a «echar fuego» en la crisis con una agenda del Senado enfocada en el impeachment, ni habrá una anticipación del examen de las cuentas del Poder Ejecutivo.
«Muchas de las iniciativas del presidente del Senado, Renan (Calheiros) coinciden plenamente con las nuestras, son muy bienvenidas», señaló Rousseff ayer.
«Quisiera decirles que nosotros queremos que exista la mejor relación posible entre el Ejecutivo y el Legislativo», remarcó la mandataria ante los periodistas que la consultaron tras una ceremonia en la que lanzó un plan de inversiones y privatizaciones en el sector eléctrico. La mandataria reconoció además que Brasil atraviesa una crisis difícil pero estimó que después de «esta travesía» el cuadro mejorará, y auguró una reanudación del crecimiento económico.
Operadores financieros y analistas consultados por el Banco Central indicaron el lunes que este año habrá una recesión del 1,9% del Producto Bruto Interno (PBI) y el año próximo la economía se estancará. El Banco Itaú, en tanto, avizora una recesión del 2,3% para el actual ejercicio.
En medio de la crisis, la agencia calificadora Moody’s rebajó la nota a Brasil, aunque mantuvo su grado de inversión. Se basó en el desempeño débil de la economía brasileña, en la situación fiscal del país y a la falta de consenso político para enfrentar el déficit, según citaron los diarios brasileños en sus sitios web ayer a la tarde.
Mientras, el líder opositor Aécio Neves, del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB), reiteró su respaldo a la marcha del domingo para exigir el juicio político y la renuncia de Rousseff.
Fuente: Clarin.com
