Una condena por fraude da un golpe fatal a Berlusconi – le aplicaron cuatro años de prisión por evadir impuestos. Pero sólo cumplirá uno en arresto domiciliario. Resta definir la prohibición de ejercer cargos públicos. Serían tres años. El tres veces ex primer ministro Silvio Berlusconi, de 76 años, sufrió ayer un fatal golpe a su carrera política que ha dominado durante dos décadas la escena italiana. La Corte de Casación confirmó de manera definitiva las condenas a cuatro años de prisión por fraude fiscal que lo habían sentenciado en primera instancia y en una corte de apelación de Milán.
En medio de grandes expectativas de toda la nación por las seguras y graves consecuencias políticas del fallo inapelable, el supremo tribunal de justicia decidió anular la prohibición de cinco años para ejercer cargos públicos y devolvió el caso a la corte de apelación para que haga un nuevo cálculo de la interdicción, que en octubre podría ser fijada en tres años.
El veredicto –el primero de carácter definitivo contra el ex premier– sacude a los partidos políticos y puede minar las bases de la coalición de gobierno, en la que confluyen la centroizquierda a la que pertenece el primer ministro Enrico Letta y la centroderecha encabezada por el Partido de la Libertad de Berlusconi.
Mientras un abierto pesar y protestas se esparcían en los ambientes del centroderecha, en un video difundido anoche il Cavaliere acusó a la magistratura de un » ensañamiento judicial que no tiene parangones en el mundo». Berlusconi recordó que, desde que entró en el ruedo político hace veinte años, su acción logró «desplazar al comunismo» y fue combatida por un sector «irresponsable» de los jueces italianos.
Berlusconi afirmó que la sentencia «se basa en la nada absoluta» y que «continuaremos nuestra batalla por la libertad». Anunció la formación del partido Forza Italia, con el que ganó las elecciones de 1993 y destacó su actividad empresaria que lo convirtió en el magnate de las comunicaciones, con tres grandes redes de la TV comercial y la editorial Mondadori, la más importante de Italia.
El ex fiscal de la Operación Manos Limpias y fracasado líder político, Antonio Di Pietro, dijo que «ahora Berlusconi es oficialmente un evasor fiscal». La justicia condenó al ex premier por haber dirigido una operación para evadir más de diez millones de euros de impuestos y formar fondos «negros» en el exterior. El mecanismo funcionó inflando los precios de las compras de películas de Hollywood que fueron después pasadas por los canales televisivos de il Cavaliere .
El productor norteamericano Frank Agrama y dos funcionarios de Mediaset, la empresa madre del imperio Berlusconi, vieron confirmadas ayer las condenas a la cárcel por entre uno y tres años.
Los «fans» juveniles del «Ejército de Berlusconi» –unos veinte o treinta jóvenes– se movieron con otros grupos de partidarios entre los tres escenarios de una jornada cargada de enormes tensiones: el palacio de la Corte de Casación; el palacio Grazioli, residencia de Berlusconi en Roma, y el Palacio de Montecitorio, sede de la Cámara de Diputados.
En el palacio Grazioli, Berlusconi esperó la sentencia –que fue leída poco antes de las veinte hora local (cinco horas menos en la Argentina)– rodeado de sus familiares y de su novia, la napolitana Francesca Pascale. Muchos dirigentes se reunieron en el lugar y quedaron apesadumbrados con la noticia de la condena inapelable.
Como goza de un indulto general de 2006, de los cuatro años de la sentencia Berlusconi debe cumplir solo uno y bajo arresto domiciliario gracias a su avanzada edad. Pero ese arresto le impedirá cualquier contacto político y será muy estricto.
«Berlusconi ha muerto, viva Berlusconi. Su condena es similar a la caída del muro de Berlín en 1989», afirmó el comediante Beppe Grillo, líder del Movimiento 5 Estrellas, que en las elecciones de febrero conquistó 165 diputados y senadores.
El secretario del partido Democrático, Guglielmo Epifani, dijo a su vez que «la sentencia no solo será respetada sino que ha de ser aplicada enseguida».
Del lado de los berlusconianos que habían lanzado amenazas de hacer caer al gobierno y de renuncias en masa de parlamentarios y ministros, se registró la dimisión a su cargo de la viceministro Micaela Biancofiore. «La condena es la apocalipsis de Italia. Estamos en las tinieblas», denunció.
El presidente italiano, Giorgio Napolitano, lanzó un mensaje exhortando a «seguir el camino maestro de confianza y respeto por la magistratura, que debe poder en plena autonomía e independencia juzgar los casos que se presentan». A su turno, el diario Il Giornale de la familia Berlusconi presentó un listón de luto en su edición de Internet y hoy tituló en la portada: «Berlusconi condenado, democracia decapitada».
Fuente: Clarín.com
