El inicio de la cosecha de soja muestra una merma importante en los rindes

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– En un sector importante de la zona núcleo, norte de Buenos Aires y sur de Santa Fe. El inicio de la cosecha de soja exhibe en el sur de Santa Fe y norte de la provincia de Buenos Aires rindes que promedian los 3.500 kilos por hectárea, aunque también se registran lotes que logran superar los 4.800 kilos, aunque con una humedad por arriba del estándar comercial.

El dato fue relevado en los últimos informes de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, que refirió que cuadros de soja ubicados en el centro sur de Santa Fe y este de Córdoba reflejan el impacto del exceso de lluvias que se registraron durante febrero y la fuerte presión sanitaria y enfermedades en el fin del ciclo productivo.

En estas zonas, más allá de las condiciones hídricas y sanitarias, la expectativa de los rindes que se esperan obtener se encuentran en torno a los 35 quintales por hectárea, ya que en las primeras pruebas de cosecha se constató un resultado de entre 30 y 48 quintales en lotes que presentan humedad por encima de los niveles de comercialización.

En el sur santafesino y norte de la provincia de Buenos Aires, los primeros trabajos de cosecha arrojaron una productividad de entre 25 y 30 quintales en lotes sojeros que se vieron afectados durante enero y febrero por diferentes condiciones climáticas.

Puntualmente, en campos sojeros de la localidad bonaerense de Junín se obtuvieron hasta el momento un rinde promedio de 4.000 kilos por hectárea. Toda esta región concentra cerca del 30 por ciento de la producción nacional oleaginosa, cuyos cultivos actualmente completan el llenado de los porotos de soja e inicia también el período de madurez.

Los especialistas de la Bolsa porteña expresaron que si bien las abundantes lluvias registradas en las últimas semanas provocaron pérdidas de superficie en relieves bajos, con complicaciones por enfermedades, las perspectivas de cosecha se mantiene elevada. «Se esperan que alcancen productividades cercanas a los máximos históricos en cada región», explicaron desde la entidad cerealera porteña.

También se constató en la zona sojera del Sudeste bonaerense «una fuerte presión de isocas», es decir de gusanos de color blanco que dejan sus huevos en los brotes de soja que luego se alimenta de raíces y residuos orgánicos, hecho que afecta el desarrollo final de los cultivos. En el sudeste, la soja de primera transita etapas de llenado del grano mientras que los cultivos de segunda, actualmente están finalizando la floración o comenzando a fijar vainas.

Allí, las expectativas de rinde rondan los 2.000 kilos por hectárea, con un nivel de productividad que se acerca a los promedios históricos para esta zona.

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