– La película que mostraba a una lechería nacional sin mayores sobresaltos durante 2014 se ha interrumpido. La devaluación del peso ocurrida el 24 de enero ha generado más dudas que certezas en el sector, agravado por una fuerte caída estacional en la producción como consecuencia de las altas temperaturas de diciembre y enero, y las últimas lluvias.
En los tambos, la foto no es la mejor. Si bien en los últimos meses se produjo una mejora en el precio de la leche, que buscó acompañar a la inflación, la caída en la producción en enero respecto de igual mes del año pasado y la suba de los costos, generada por la actualización cambiaria, redujo la facturación y la liquidez.
Se achicó el crédito
En este escenario, las inversiones están paralizadas. Mientras se aproxima la fecha de implantación de los verdeos de invierno y de decidir el destino del maíz (picado para silo o venta comercial), aún no hay certezas sobre qué pasará con las reservas para el invierno.
Muchos productores que a comienzos de año tenían previsto renovar sus pasturas han diferido para la próxima campaña esta labor, debido al aumento en los costos de los insumos. El glifosato, por ejemplo, utilizado en esta época para limpiar los lotes que van a recibir a los nuevos cultivos de alfalfa, ha disparado su cotización según admiten los productores. Una formulación premium del herbicida tiene un valor de contado de 6,80 dólares por litro. Si la compra se financia a dos meses, el valor sube a 8,40 dólares por litro.
Los plazos comerciales con proveedores, que antes se extendían hasta 120 días, se han reducido a 30, en el mejor de los casos. «Las devaluaciones le pegan muy fuerte a la producción de leche, debido a que es una actividad con la mayoría de sus costos dolarizados y la particularidad de que se cobra el valor de la materia prima diferido en el tiempo, lo que agrava sus efectos», afirma Jesús Vanzetti, productor lechero y coordinador de la Mesa de Lechería de la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona (Cartez).
Recomposición
Con un valor promedio fijado para la liquidación de enero de entre 2,45 y 2,55 pesos por litro entregado, las proyecciones indican que el precio de la materia prima seguirá subiendo. Por la entrega de febrero, algunas industrias han informado a sus productores valores que rondarán los 2,80 pesos por litro. A partir de ese envión, la expectativa de los productores es llegar a marzo a los tres pesos.
El clima tampoco logra despejar todas las dudas, que comenzaron a gestarse en diciembre, cuando las altas temperaturas y la falta de agua impactaron en la producción. Ahora, el exceso hídrico que muestran algunas cuencas ha provocado estrés en los rodeos y limitado su productividad.
«La producción se ha reducido 30 por ciento en relación con los valores de noviembre pasado, debido a los efectos del clima», sostuvo Diego Manavella, productor lechero de la cuenca de Villa María y presidente de la Cámara de Productores Lecheros de Córdoba (Caprolec).
Si bien se está exportando menos volumen, porque hay menos leche, la industria espera revertir esta tendencia en los próximos meses. El comercio exterior sigue siendo el principal sostén del precio de la materia prima, aunque con menor protagonismo estacional.
De haber llegado el año pasado a representar el comercio exterior el 30 por ciento promedio de la producción, los embarques equivalen actualmente al 20 por ciento.
A pesar de este menor desempeño, la devaluación impulsó los márgenes del negocio, a tal punto que volvieron a aparecer algunos exportadores «no tradicionales», que no cuentan con plantas de secado de leche en el país.
La industria, rezagada
Con costos crecientes, precios internos planchados y sin financiación, los números de la industria también comienzan a crujir. Hay quienes no descartan para los próximos meses una cadena comercial más pesada en el sector.
Mientras el mercado interno mantiene firme el consumo, la industria espera el llamado del Gobierno para actualizar sus listas de precios mayoristas. La última vez que recibieron el visto bueno de la Secretaría de Comercio Interior para retocar esos valores fue en noviembre pasado. Las empresas con mayor participación en las góndolas minoristas saben que los productos que figuran en el listado de «precios cuidados» son intocables, pero esperan un reajuste en los valores del resto de los lácteos.
Para justificar el pedido se basan en el brusco incremento de costos, por la revalorización del dólar de finales de enero. Durante el segundo semestre de 2013, el gasto en los principales insumos industriales (materia prima, mano de obra y energía, entre otros) subió en promedio 20 por ciento, pero aseguran que en los primeros dos meses de este año el incremento ya alcanzó al 10 por ciento.
Estado crítico
La continuidad de muchos productores en la actividad tambera ha sido en los últimos dos años a costa de descapitalizarse, asegura Diego Manavella, presidente de la cámara que agrupa a los productores lecheros de Córdoba (Caprolec).
«Hay muchos tambos con falta de inversión en infraestructura que han visto afectada su producción y agravada su situación económica. En especial aquellas explotaciones en campos alquilados», precisó el productor.
La Federación Agraria Argentina (FAA) informó que solicitará audiencias a los ministerios de Agricultura de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, a los fines de analizar la problemática del sector. Mientras tanto, la entidad agropecuaria se declaró en estado de alerta y movilización y anunció la realización de asambleas regionales.
Materia prima. $ 2,80 es el precio que la industria pagaría a los productores por cada litro de leche entregado durante este mes.
Actividad. 30% es la caída que registra la producción de leche en relación con noviembre pasado, debido al clima.
Puntos de vista
Jesús Vanzetti (Productor lechero). «Las devaluaciones le pegan muy fuerte a la producción de leche, debido a que es una actividad que tiene la mayoría de sus costos dolarizados y la particularidad de que se cobra el valor de la materia prima diferido en el tiempo, lo que agrava los efectos del ajuste en el tipo de cambio».
Diego Manavella (Productor lechero). «La producción se ha reducido 30 por ciento en relación con los valores de noviembre pasado, debido a los efectos del clima. Además de subir los costos, la devaluación ha estirado los plazos comerciales. Esperamos la actualización del precio de la leche por parte de la industria».