Eso que sólo se veía en la tele y que parecía lejano pasó también en nuestra ciudad.
Hoy hay una mujer menos en este mundo, masacrada por un hombre sólo por ser mujer.
Hoy El Trébol suma una nueva víctima del hostigamiento del patriarcado, nunca tan extrema pero igual de dolorosa.
Vamos contando los casos como observadores de los hechos y sumando mujeres a los datos escalofriantes de las estadísticas.
Hoy volvemos a inundar las redes y los medios con expresiones que muestran la conmoción y también, tal vez, el dolor de lo ocurrido.
Hoy todos alzamos nuestras voces pidiendo que nos dejen de matar, porque nos queremos vivas y libres.
Hoy lo hacemos pero ayer no lo hicimos y tampoco lo haremos mañana. Porque esto ya pasó, allá, aquí, en el norte, en el sur, en todos lados. Y sigue pasando.
Y sucede porque como sociedad estamos atados de manos y no salimos a la calle a decir basta, porque no hablamos con conocimientos claros, porque nos importa poco el otro.
Pasa porque polarizamos entre machismo y feminismo y creemos que son los extremos de una misma vara y lo hacemos sin argumento de por medio. Sólo porque nos parece, pero no ahondamos en la problemática y no preguntamos el por qué y el para qué.
Y nos matan porque salimos a decir #esasnomerepresentan y juzgamos la luchas de esas pocas. Esas que para mí tienen nombre y apellido, y que son mi ejemplo a seguir, y que desde el anonimato se ponen la lucha al hombro y siguen a pesar de los obstáculos.
Esas que están presentes pensando indefectiblemente en el otro. Y que llevan la empatía como estandarte.
Prejuzgamos a quienes día a día ponen su cuerpo y nos horrorizamos por una pared pintada o por un pezón al aire.
Nos siguen matando porque cuando hay que conquistar derechos, nos calzamos el traje de pacatos y miramos para el costado.
Y así nos siguen matando. A mí, a vos, a ella, a todas.
No es crítica sino realidad. Una realidad que tiene que cambiar y que ya no podemos justificar. Una realidad que debe ser entendida por todos para que juntos podamos cambiarla. Pero es ahora, ya. Hay que sumarse. Ser un todo.
Es hora de juntarnos y gritar fuerte y con convicción, #niunanenos # vivasnosqueremos
Por Melisa Barrios