– El productor de soja afronta su momento más adverso, ya que recibe 2.200 pesos por tonelada, 36 % menos de lo percibido en promedio en los últimos doce años, según un informe de la Fundación Mediterránea. De acuerdo con el análisis del economista del IERAL, Juan Manuel Garzón, «cada venta deja una percepción amarga. Sucede que la niña mimada del agro y principal producto agrícola del país se paga bastante menos que en los últimos 12 años».
«Desde la salida de la Convertibilidad, en enero de 2002, hasta setiembre de este año, es decir durante los últimos 153 meses, toda venta de soja se hizo a un precio mayor al actual. Y la brecha entre lo que hoy vale la oleaginosa y lo que valía es importante», señaló Garzón.
Resaltó que «en el período 2002-2013, actualizando los precios a moneda constante de hoy, la soja se pagó 3.439 pesos promedio por tonelada; como todo promedio, éste último incluye valores más altos, caso del máximo de 5.112 pesos de febrero de 2008 y valores más bajos, caso del mínimo de 2.445 pesos de enero de 2002″.
«Tomando la referencia de precios anterior se deduce que cada vez que un productor de soja lleva un camión a Rosario recibe un 36% menos de lo que ha recibido en promedio en los últimos 12 años», dijo en el análisis.
Según publicó Diario Bae, el especialista consideró que la pregunta inevitable y necesaria es la siguiente: ¨¿En el mundo la soja también vale 36% menos que en los últimos doce años?».
Evaluó que en el Mercado de Chicago, la soja cotizó en promedio a 393 dólares la tonelada entre los años 2002 y 2013 (con ajuste de valores a precios de hoy de Estados Unidos).
«Si se considera que actualmente la oleaginosa se paga a 345 dólares, la brecha actual de precios en el mercado internacional de referencia está en el orden del 12%», dijo.
Por lo tanto, en Argentina el ajuste «está siendo mayor al que se observa en el mercado mundial» y para Garzón «la explicación reside en la política económica».
«La decisión del gobierno de seguir con un tipo de cambio atrasado (los precios se multiplicaron por 10, mientras que el tipo de cambio por 8,5) y de mantener una presión tributaria récord sobre la economía en general y el sector agrícola en particular (35% de derechos de exportación sobre la soja), profundizan las consecuencias internas del deterioro de los precios internacionales de los granos», sostuvo.
Además, destacó que no debería sorprender que las ventas de soja se realicen en «cuentagotas», ya que «son bajos los incentivos a vender cuando se enfrentan los precios más bajos de la historia reciente».