En diálogo con El Trébol Digital, en su visita a Argentina, Caro habló como nunca y de todo.
Sentada en medio del Club House de Trebolense, que tiene un retrato gigante de ella, la Costagrande dice: “En el deporte lamentablemente nadie se acuerda de los segundos. En Polonia por ejemplo era mejor salir tercero que segundo, porque para salir tercero tenes que ganar un partido, para ser segundo tenes que perder una final”.
Relajada, con palabras exactas y la experiencia de años en el circuito, Carolina piensa en cada palabra, pero no deja cosas guardadas en su boca. Difícilmente se ponga el cassette para contestar una pregunta”.
La Selección
Caro tuvo un sabor amargo en el año 2015 en Italia. Se quedó afuera de la Selección y de los Juegos Olímpicos de este año. “Hubo un recambio generacional. Mantuvieron un par de expertas y sacaron al resto. Están jugando con chicas jovencitas que están jugando bien. No sé cómo les va a ir. Entiendo la decisión de cambiar pero no la manera. Nos trataron mal, no valoraron. Pensé que era sólo conmigo, pero lo hicieron con jugadoras con 12 o 15 años en el Seleccionado”.
Tras lo de Londres, Caro esperaba una revancha en Río de Janeiro. “Esperaba la revancha y estaba convencida. Italia estaba enamorada del vóley y del equipo, pero cambiaron todo. Fue duro, nunca había quedado afuera de nada y a veces llegan estas cosas en algún momento. La vida te pone un montón de cosas para probar y lo acepto. Lo lamentable es ver como el sistema arruina a pibes de 16 años. No hay respeto”.
Argentina
Al volver al país, siempre le preguntamos a Costagrande sobre el país. “Me siento Italo – Argentina. Viví afuera casi 20 años, más de la mitad de mi vida. Es difícil de explicar y no me preocupa demasiado que lo entiendan. Son dos países que me dieron todo. La formación en Argentina y mi carrera la habilitó Italia. Italia deportivamente me dio todo pero no puedo olvidar que me formé acá, mi familia es de acá y este club – Trebolense – me vio crecer. Convivo con eso todo el tiempo. Igual yo lo que extraño mucho es a mi familia. Y vengo a Argentina dos veces por año. No tengo el fanatismo por volver como tienen otros, pero me veo siempre volviendo”.
Sobre El Trébol Carolina tiene sus sentimientos. “Cuando voy pasando las Rosas y Los Cardos me vienen los recuerdos. Igual está cambiado, quedaron los recuerdos”, señala.
En esta oportunidad, Costagrande se la pasó firmando autógrafos y siendo muy reconocida. “Lo que me pasó esta vez me pasa en Italia. Pero en Italia me vieron jugar y acá no y es muy loco. No entendía que muchos chiquitos me pidieran una foto o un autógrafo. Debe ser lo que le transmiten los padres en la casa y eso es lo lindo”.
Caro entrenó en estos días en la cancha que tiene su nombre. “Son regalos de la vida, que uno no imagina. Hay cosas que caen por sí mismas. Igual me daba un “nosequé” entrenar en la cancha que se llama como yo.
Caro, la Selección Argentina y Messi
“Me quedé después de la final de la Copa América mirando la cara de Messi. El espíritu del deportista de alto rendimiento es terrible. Sólo él sabe que le pasa por la cabeza y el corazón. Imaginate que se me parte el corazón cuando me miran 14.000 personas, imagínate lo de él. Ojalá no se vaya, pero no se le puede pedir nada. Siempre hay gente que le gusta criticar y hablar pero yo creo que va a volver”.