La sirena de Bomberos sonó insistentemente en la madrugada. Fue a las 2 y 20 hs. El Delta 1 pasó raudamente por calle Rosario y desde la plaza San Martín se veía una gruesa cortina de humo.
Parecía un incendio dantesco, una desgracia, un hecho lamentable. De alguna manera lo fue, por cierto, fue muy lamentable.
Por calle Rosario, entre San Lorenzo y Juan XXIII, en la vereda sur, ardía una pila enorme de césped aún verde que había sido cortado del patio de la Escuela Francisco Narciso Laprida.
La llama era importante. El humo mucho más. Cinco Bomberos trabajaron con lanzas y agua para apagar el fuego. Les llevó un tiempo importante, al menos 20 minutos de intenso trabajo.
«No se puede creer esto»señaló el Sub Jefe de Bomberos Mariano Corsalini a El Trébol Digital.
ETD: Fue provocado?
«Quisiera ver. Incluso analizar la llamada. Nos dijeron que se incendiaba una casa, por eso semejante adrenalina y por eso la sirena», señaló fastidiado Corsalini.
No era para menos, ya habían pasado largamente las dos y media de la mañana cuando finalmente los Bomberos apagaron hasta la última brasa. «Este césped está verde, recién sacado de este patio. Lo cortaron hoy. A esto lo prendieron», señaló Corsalini hablando del accionar de algún gracioso de madrugada.
Fue lamentable, por uno o unos chistosos, una ciudad se preocupó y mucho. Se imaginaron una tragedia. Por suerte no lo fue. Por desgracia tampoco, lo que quiere decir que los graciosos siguen reinando en la noche de la ciudad.
