Día a día los movimientos de Baroni

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El crimen y la huida – Se trató de un crimen totalmente premeditado. Por Francisco Díaz de Azevedo

Una radiografía de lo que fueron los pasos del «Puma» José Luis Baroni y de la policía durante los cinco días que duró el misterio del asesinato de la docente Alejandra Cugno.

Lunes 6
José Luis Baroni viajó a dedo a Cañada Rosquín porque sabía que Cugno, con quien había viajado otras veces, cada día emprendía el viaje de vuelta desde esa localidad a San Jorge. A las 17:40 hs. la docente lo levantó en la ruta 66, en la intersección con el nuevo acceso pavimentado a Cañada Rosquín. Dos personas ven como la maestra corre el maletín que tenía en el asiento del acompañante para que «El Colorado» se suba. Llevaba con él una bolsa de papel azul. Más tarde se sabría que en esa bolsa, el «Colorado» tenía un cuchillo, una bufanda y cuerdas. Sin dudas se trataba de un hecho totalmente premeditado. Le da un beso en la mejilla y siguen viaje. Cugno y Baroni se habían cruzado en más de una oportunidad en el boliche sanjorgense Wanama, pero la relación entre ellos era dsolamente de «vista».

Al llegar a la intersección de las rutas 66 y 13, donde la docente tenía que virar hacia el norte para ir a San Jorge, Baroni le pide que siga unos kilómetros más por ruta 66 hacia el oeste ya que «lo estaban esperando» en un campo cercano. Cugno accedió. Al ingresar en un camino de tierra supuestamente hacia el campo indicado por «El Colorado», éste la amenazó con un cuchillo que sacó de la bolsa y la obliga a meterse en el baúl. La docente se resistió entonces el hombre le propinó un golpe de puño y la metió en el baúl del auto. Después emprendió un viaje por Ruta 66, tomó la ruta 20 de tierra hacia el norte e hizo un recorrido de unos 15 kms.

Finalmente, el hombre con su rehen llegaron a lo que sería el lugar fatal para la maestra. Ingresaron a una tapera ubicada a 15 kilómetros de Landeta y a 8 de Las Petacas. José Luis Baroni ocultó el auto en un bosque de árboles secos y sacó a la directora del baúl. La llevó al interior de una vivienda derruída y la hizo desvestir. Luego intentó violarla pero la maestra se resistió y Baroni la golpeó ferozmente con sus puños hasta dejarla muerta o inconciente. Después, el hombre aparecería con los nudillos destrozados. Seguidamente la arrojó a un viejo aljibe y derrumbó el brocal sobre ella. La autopsia aún no reveló si la docente falleció antes o después de caer en el pozo, pero si está confirmado el estallido de cráneo provocado por un objeto contundente que podría ser un ladrillo, mampostería o un viejo caño que había en el aljibe.

Baroni tomó el vehículo y partió rumbo al norte por Ruta 20 pasando las localidades de Las Petacas y Castelar. Al llegar a la periferia de San Francisco ingresó a una nueva tapera para arrojar en un aljibe seco la matrícula delantera del auto, quiso arrancar la trasera pero no pudo. También tiró ropa interior y el maletín con elementos de la escuela. Después siguió hacia San Francisco y para despistar arrojó los zapatos, la chaquetilla con un prendedor con su nombre y el vaquero al lado de un camino en cercanías de un campamento donde se trabaja en la construcción de la autovía Santa Fe – Córdoba. Baroni se quedó con la billetera de la docente, el celular y una cartuchera.

Entrada la noche, llegó hasta el centro de la ciudad de San Francisco, donde estacionó el auto en el fondo de un garage, en cercanías de la estación terminal, robó los $ 80 que la maestra tenía en la billetera y arrojó ésta en un cesto de basura de la terminal. Además, quitó el chip del móvil de la docente, lo destruyó y arrojó en un cantero y se llevó el teléfono con él. Tomó un micro hacia Villa María, se bajó en la Ruta 13 cordobesa, que es continuación de la 66 santafesina, e hizo dedo hasta Piamonte, lugar donde llegó a las 3 de la mañana.

Martes 7
A las 4 de la madrugada, la policía cordobesa halló el vehículo de Cugno en San Francisco. El Fiat Duna color blanco conservaba el stereo, estaba cerrado y sin llaves. Tuvieron que abrir el baúl forzándolo y encontraron cabellos de la docente y señales de abollamiento en las chapas, como si lo hubieran querido abrir por dentro. Se reforzó la hipótesis de que la maestra viajó forzada en el baúl.

Al mediodía del martes, Baroni le regala la cartuchera de la maestra a una de sus hijas y escondió las llaves en del auto en un plafón del garage (Tiene cinco hijos en total con ésta concubina y tendría otros tres extraoficialmente). A las dos de la tarde, «El Colorado» o «El Puma» preparó un bolso con ropa y emprendió un viaje al norte de la Provincia. El destino era Malabrigo, donde tiene parientes. Antes hizo un extraño recorrido pasando por ciudades como Villa María e Inriville. El martes por la noche durmió debajo de un puente.

Miércoles 8
«El Puma» llega a Santa Fe. Esa noche duerme en la estación terminal.
Ese día, en horas del mediodía, hallan en un aljibe seco, la patente del auto, ropa interior y el maletín de la docente.

Jueves 9
El jueves, en la misma estación, encuentra un conocido de Ceres, que tenía a su esposa por tener familia en la Capital y le vende el celular de Alejandra por $ 20. Con ese dinero decide viajar hacia el norte.

Viernes 10
El viernes parte en micro para San Justo. El boleto lo paga con el dinero de la venta del teléfono celular. Al llegar ve su imagen en la televisión y se asusta. Va a un hospital aduciendo dolores en el pecho y un fuerte estado gripal. Personal del establecimiento lo reconoce y hace la denuncia. La policía lo detiene. Lo revisan y lo encuentran en perfecto estado de salud. A la medianoche, ya en la Unidad Regional XVIII declaró su culpabilidad, tras antes tratar de inventar una falsa coartada donde acusa a un pastor que subió en el auto en el cruce de las rutas 66 y 13 de ser el autor del crimen.

Mientras tanto, en horas del mediodía de ese viernes era hallada la directora sin vida en el viejo aljibe.

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