Lo señaló el Ministerio de Salud de Chile.

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“El riesgo más grave es que los mineros sufran una crisis de pánico” – Temen que el encierro y el movimiento en la cápsula provoquen en algunos un ataque de descontrol que frustre el rescate. Por eso están entrenando. Y bajarán cuatro hombres para prepararlos.

En un ascensor hermético de menos de sesenta centímetros de diámetro, sin moverse, sin poder mirar a ningún lado, con una máscara de oxígeno, con anteojos oscuros, girando y dando tumbos y con los nervios y la ansiedad de ir camino a la libertad. Así será el primer momento, después de casi dos meses, en el que cada uno de los 33 mineros estará solo. Será, según dijo ayer a Clarín el ministro de Salud de Chile, uno de los momentos más críticos de la Operación San Lorenzo: el final del rescate en la cápsula que los llevará a la superficie.

«El humor es muy bueno. Obvio que en estas horas están sufriendo una leve excitación. En la última noche no han podido dormir», contó el ministro de salud, Jaime Mañalich, minutos antes frente a un grupo de periodistas.

El responsable del aspecto sanitario del rescate de los 33 mineros atrapados a casi 700 metros de profundidad en la mina San José, a más de 800 kilómetros al norte de Santiago de Chile, comparó las últimas 24 horas vividas por los trabajadores atrapados desde el 5 de agosto como una «montaña rusa».

A las 8.05 del sábado la perforadora que estaba haciendo el conducto para sacarlos llegó al taller. A las cuatro de la tarde de ese mismo día tres de ellos dinamitaron el sector para que la cápsula de rescate pueda subir y bajar fácilmente. Al rato otros trabajaban limpiando ese lugar y, además, todos entrenan para el día que comiencen a sacarlos.

Las últimas informaciones confirman que el llamado «Día D» será el miércoles.

«Están entrenando con rutinas específicas para soportar una situación de estrés como la que será el ascenso a la superficie», especificó Mañalich.

Desde arriba, el equipo médico los hace trotar por los pasillos libres de la mina, unos doscientos metros, para reforzar el ritmo cardíaco y que sus corazones estén fortalecidos.

«Sólo tres de ellos están al 90 por ciento de su capacidad», explicó el ministro integrante del gabinete del presidente Sebastián Piñera.

«Esperemos que estén en toda su capacidad para el momento de su salida».

-¿ Cuál es el riesgo más grave que puede suceder dentro de la cápsula?

«Una crisis de pánico», respondió sin dudar Mañalich. Entonces, ante esta posibilidad, la intención de los rescatistas es evitar cualquier situación que pueda provocarlo.

Por eso el plan que ayer a la tarde se manejaba era que antes que nada bajarían cuatro rescatistas en lugar de dos como se pensaba originalmente.

Ellos, miembros de la empresa minera estatal Codelco y de la Armada, se quedarán durante todo el rescate bajo tierra. Serán los encargados de determinar el orden en que los mineros saldrán a la superficie, de auxiliarlos en cuestiones médicas y serán los últimos en salir de la mina. Sólo cuando los 33 mineros estén a salvo.

Para tener todo el control posible de la situación, los primero que saldrán serán los más experimentados y quienes pueden mantener la calma . Esta decisión se basa en que ellos irán relatando detalle por detalle cómo es la subida que durará unos veinte minutos. Lo harán a través de un micrófono y serán monitoreados por una cámara de televisión.

El ascenso de la cápsula se puede hacer a razón de metro por segundo en promedio, pero la velocidad será la más lenta y segura, explicó el ministro de Minería, Laurence Golborne, en una conferencia de prensa ayer en la mina San José.

Lo que sucede es que la cápsula se mueve y el estrecho conducto tiene curvas, por lo que se estima que el trayecto tendrá seguramente algunos sacudones. Por eso, con la experiencia de los más tranquilos, se les podrá advertir por micrófono a aquellos que estarán más nerviosos que a determinada altura se enfrentarán con un temblor y no desembocará en una preocupación o en una posible descompensación del rescatado.

Pero ¿qué pasará si se traba la cápsula o un minero se descompone? Mañalich explicó que el mecanismo de ascenso –que comenzará a instalarse hoy y se estima que podrá estar listo en unas 48 horas– permite que el pequeño ascensor vuelva a bajar y que los experimentados rescatistas que están abajo se ocupen de solucionar el inconveniente.

El ministro de Salud ayer describió como «muy bueno» el humor entre los mineros y sobre todo resaltó la solidaridad del grupo. «Todos quieren ser los últimos en salir, quieren que salgan primero aquellos que ellos consideran que necesitan más cuidado. Se pelean por ser los últimos en salir».

Los testeos médicos permanentes a los mineros indican que hay 17 de ellos que tienen una salud más frágil.

Algunos por la edad, otros por enfermedades preexistentes como diabetes o problemas cardíacos y otros porque son más propensos a sufrir estrés emocional.

Para no crear falsas expectativas en ellos, los mineros aún no saben que el miércoles puede ser «el día» tan esperado. Desde la superficie les han dicho que el rescate final puede suceder durante esta semana.

Fuente: Clarín.com

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