Tras su partida – Por Familia Salamano. Mónica:
Cuántas palabras entran en estas 6 letras, cuántas vidas y afectos encierra. Mónica vivió 55 años brindando amor y alegría. Sufrió los abatares de su familia y siempre puso el pecho para esas balas. Defendió a los suyos con las garras de una leona. Dios le mandó 7 sobrinos para poder malcriar y disfrutar a su antojo. Vivió sembrando amor y su cosecha fue inmensa. Su vida fue plena, hizo todo lo que quiso.
Como todo corazón que se divide en 4, Mónica lo ocupaba con su familia, su PAMI, su coro y sus amigos, por eso era tan grande. Esta demostración de tanto afecto y de tanta gente en su despedida, cerró el balance positivo en la hora de hacer cuentas. Y hasta el cielo lloró luego de levarla. Hoy volvió a brillar el sol plenamente y eso nos asegura que Mónica vuelve a estar entre nosotros porque siempre brilló con una luz propia. Su compañera de escritorio me dijo que si casa uno que la quiere hubiera dado un pedacito de su corazón, ella hubiera tenido corazón para cien años más. Pero Moni hizo al revés y nos dio a todos un pedacito del suyo y este tesoro lo vamos a guardar por siempre.
Te amamos, Moni. Y GRACIAS por ser quien fuiste…
Familia Salamano.
