No aprendemos – Un equino se cayó en un pozo ciego al pisar chapas oxidadas el 11 de agosto pasado. Pasaron 12 días y el pozo sigue sin rellenarse y cubierto por el mismo material. Evidentemente los argentinos tenemos esa característica. Muchas veces nos cuesta aprender de los errores.
El pasado 11 de agosto, un caballo se cayó a un pozo ciego al pisar unas chapas oxidadas que lo cubrían. Casi pierde la vida y los bomberos realizaron trabajos sobrehumanos para poder rescatarlo con vida y sin lastimarlo.
Esa misma tarde, la gente que merodeaba el lugar y veía el rescate del equino, soltaba frases como «Hay que tapar urgente el hueco», «mirá si le sucedía a una criatura» o «no puede haber tanta irresponsabilidad al alcance de los chicos».
Doce días después del accidente, lamentablemente el pozo sigue sin rellenarse, cubierta su boca con las mismas chapas podridas que estaban antes y un poste de madera atravesado al medio.
Raúl Dominio, Jefe del cuerpo activo de Bomberos, denunció la existencia del pozo al día siguiente del rescate, pero aún no hay respuestas por parte de nadie.
Evidentemente no aprendemos. El dueño del terreno, o los vecinos o la persona que tuvo el accidente del equino, parecen haber olvidado el accidente y como fue un caballo y no una «criatura» parece que aún le podemos dar una chance más al formulario de desgracias que día a día nos rodean.