EE.UU. deportará a una argentina que mintió para lograr una visa – Todas contrataron a una gestora que las ayudó a falsear datos ante la embajada en Buenos Aires para obtener el permiso de ingreso. Habría otros 100 casos similares. El sueño de días placenteros y vida holgada y mucha playa en la soleada Miami se terminan en el Centro de Detención de Pompano Beach. Allí fue trasladada en las últimas horas desde una cárcel federal la argentina detenida en Florida el mes pasado al ingresar con un visa legal obtenida a partir de datos falsos.
A una hora al norte de Miami Beach, sobre la Powerline Road, el Centro de Detención de Pompano Beach pasa por cualquier cosa, menos por una prisión. Lo único que ataja al visitante en la entrada del edificio rodeado por un estacionamiento al mejor estilo de un super mercado es el cartel que reza: «No cell phones beyond this point» (Prohibido los teléfonos celulares a partir de este lugar). Adentro, tras espesos vidrios blindados, tres anchos guardiacárceles afroamericanos se aprietan en una oficina, de cuyas paredes cuelgan esposas y armas.
«Sí, está acá» , confirma uno de ellos a Clarín , sobre la presencia en el centro de la ciudadana argentina, cuyo nombre es preservado. El lugar es una unidad de «migración», explica el guardia y rechaza una posible visita, alegando que » sólo puede verla su abogado» .
La mujer fue arrestada en julio en el aeropuerto de Miami. Otras dos argentinas, que habían sido detenidas el mes anterior en ese lugar, ya regresaron al país cuando, con acuerdo judicial, les levantaron los cargos. Las tres fueron imputadas por la Corte Federal bajo el delito de «fraude y uso inapropiado de visa».
El Centro de Detención Pompano Beach es el paso previo a la deportación . Y las condiciones de seguridad son mucho más flexibles que las que imperan en la carcel federal de Miami, donde la argentina purgó –vestida con mameluco naranja– humillantes semanas de angustia junto a criminales.
Una vez ingresada en Pompano Beach, se inicia el papeleo de deportación, y fuentes cercanas al proceso de expulsión de extranjeros en EE.UU. afirman que la argentina regresará a Buenos Aires la semana que viene, tal vez desde el martes, aunque no hay nada oficial al respecto.
A principios de julio, esta ciudadana argentina fue detenida en el aeropuerto de Miami en el área de aduanas, bajo el delito federal de fraude premeditado en una declaración jurada, lo que le valió el arresto sin acceso a un abogado propio, sino uno aportado por el Estado. Era el tercer caso en un mes. El esquema se repetía: mujeres con visa en regla obtenida en la Embajada norteamericana en Buenos Aires, y gestionadas por «Nancy», una mujer que a cambio de 1.500 dólares inventaba a las solicitantes de una visa de EE.UU. todos los requisitos necesarios para obtenerla: título de propiedad de una vivienda, título de automotor, título profesional, cuentas bancarias…y un listado de las respuestas que debían dar ante el oficial de la embajada.
Se estima que en total habría 100 visas otorgadas de esta manera en los últimos cinco años . Algunas habrían ingresado con éxito a EE.UU. Otras, como el caso de las tres argentinas, fueron descubiertas. Y otras fueron entregadas pero no utilizadas o rápidamente canceladas por la Embajada.
El perfil de estos argentinos coincide: ya habían viajado a Miami en el 2001, cuando todavía existía el waiver (la excepción para entrar sin visa a EE.UU. para los argentinos) y vivieron durante varios años sin papeles. Ante la promesa de poder volver a la Argentina para regresar a suelo norteamericano con una visa legal, muchos se tentaron. Y entraron en el esquema de Nancy. Es gente de trabajo, de clase media baja o baja.
Hay quienes se preguntan ahora si Nancy operaba sola o contaba con la ayuda de alguien desde adentro de la Embajada en Buenos Aires. Las tres argentinas literalmente pagaron el pato de la boda. Ante lo que se temió como una avalancha de casos semejantes, resulta claro que las autoridades norteamericanas se dispusieron a imponer castigos ejemplificadores. Y si bien hasta hace dos meses quienes ingresaban a EE.UU. con visas irregulares o con papeles en falta eran inmediatamente deportados, ahora deben purgar meses de detención en una cárcel federal, donde se convive con todo tipo de delicuentes.
Ofensiva republicana
El gobierno de Estados Unidos criticó ayer como «equivocada» la ofensiva republicana para modificar la Constitución e impedir que los hijos de extranjeros nacidos en territorio norteamericano tengan automáticamente la ciudadanía.
«Estoy sorprendida de ver que haya comenzando una discusión para enmendar la Constitución», dijo la ministro de Seguridad Interior, Janet Napolitano. La apuesta republicana coincide con la difusión de un estudio del Pew Hispanic Center según el cual uno de cada 10 niños en EE.UU es hijo de un indocumentado. Y que el 79% de los 5,1 millones de hijos de padres indocumentados tiene la ciudadanía por haber nacido en el país.