Tensión entre el Vaticano y EE.UU. por un caso de pedofilia – La causa contra la Santa Sede fue presentada por un anónimo. El Papa dejó ayer en manos de los abogados del Vaticano enfrentar la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de no pronunciarse sobre si la Santa Sede tiene inmunidad en un proceso abierto en su contra en Oregon por los abusos cometidos por un cura pedófilo. El proceso judicial amenaza con abrir el escenario más temido: el de un torrente de causas por abusos sexuales de los curas pedófilos por cifras multimillonarias en los que el Vaticano y el mismo Papa puedan ser considerados civilmente responsables por la acción de los sacerdotes culpables.
Ayer, el Vaticano aseguró que probará que no puede ser considerado legalmente responsable por los abusos cometidos por un sacerdote.
«La Santa Sede no paga el salario de un cura, ni los beneficios de un cura, ni ejercita un control diario sobre un cura ni ningún otro factor que indique la presencia de una relación de empleo (con el sacerdote)», dijo en un comunicado, Jeffrey Lena, abogado del Vaticano. Y agregó: «Desde nuestra visión, simplemente no hay señales de empleo».
La causa contra la Santa Sede fue presentada por un anónimo, que asegura haber sido sexualmente abusado en varias ocasiones a mediados de los ‘60 cuando tenía 15 ó 16 años por el cura católico, Andrew Ronan, quien murió en 1992. El lunes la Corte Suprema no quiso expedirse sobre los pedidos del Vaticano de que no es responsable en la causa.
Jeff Anderson, el abogado norteamericano del caso de Oregon, dijo ayer que «la acción de la Corte Suprema es una respuesta a las oraciones de millares de sobrevivientes a las molestias sexuales graves por parte de los curas pedófilos, que ahora tienen una chance real de obtener justicia».
Durante los últimos años de la presidencia del conservador republicano George W. Bush, el entonces inquilino de la Casa Blanca firmó un decreto que consagraba la inmunidad de Joseph Ratzinger en otro proceso, en el que el actual Papa y ex guardián de la ortodoxia y las disciplina católicas en la época de Juan Pablo II fue llamado por la responsabilidad civil del Vaticano.
Anderson asegura: » procesaré al Papa y a los cardenales Tarcisio Bertone y Angelo Sodano «, que son el actual y el anterior Secretario de Estado, o sea primeros ministros del pontífice.
En el clima de crisis que vive la Iglesia, con nuevos frentes de conflicto que se abren continuamente, el Papa dijo ayer que el «peligro más grave» no proviene de las persecuciones externas sino de los propios pecados internos, del «mal que la contamina» a raíz de la infidelidad de sus propios miembros.
Durante la solemne conmemoración en la basílica vaticana de San Pedro y San Pablo en la que entregó el palio de lana a 38 arzobispos metropolitanos, Benedicto XVI no se refirió en concreto a ningún caso , ni siquiera al más grave, el de los contragolpes de todo tipo por la oleada de abusos sexuales por parte de sacerdotes pedófilos en los cinco continentes, pero quiso abarcar en sus conceptos a varias problemáticas que han creado un clima de asedio al Vaticano.
Hoy en día, reflexionó el pontífice ante una multitud de altos prelados, diplomáticos y miles de fieles reunidos en la basílica de San Pedro «las persecuciones sufridas por los cristianos en dos mil años de historia (…) no son el peligro más grave para la Iglesia».
Y siguió: «Los daños más importantes vienen de lo que contamina la fe y la vida cristiana de sus miembros y sus comunidades, debilitando su capacidad de testimonio y de profecía».
Benedicto XVI citó a San Paolo al señalar los «problema de divisiones, de incoherencia al Evangelio que amenazan seriamente a la Iglesia». Señaló «males espirituales y morales» minan por dentro a la Iglesia Católica de 1150 millones de fieles.
El Pontífice destacó además como «actitudes negativas» que pertenecen al mundo «y pueden contaminar a la comunidad cristiana» al «egoísmo, la vanidad, el orgullo, el apego al dinero».
Estos conceptos fueron bien sopesados en momentos en que la estructura religiosa e institucional-estatal de la Iglesia están sometidos a duras pruebas por las investigaciones y procesos de la oleada de casos de abusos sexuales del clero en varios países.