El Trébol Digital en Santa Fe – Alejandra Correa es la amiga de Alejandra que llevó junto a sus colegas el pedido de justicia adelante en todo momento. Tras la sentencia, con los ojos aún colorados de tanto llanto, le manifestó a este medio: «Podemos decir que las emociones ahora son grandes. La alegría que la justicia triunfó y el dolor de saber que Alejandra ya no está entre nosotras». La docente de Cañada Rosquín además manifestó con un guiño: «Podemos decir que estamos con el pulgar hacia arriba», quizás como réplica a aquel gesto deleznable de Villasboas al grupo de maestras la semana anterior. Correa además confesó: «Teníamos miedo, pero al empezar a leer la sentencia y escuchar lo que decían con la negativa a cada pedido de nulidad de la defensa, tuvimos más confianza».
Alejandra sigue ligada a la familia Cugno y a la mamá de la docente asesinada: «Hablo a diario con Belquis y mi mamá estuvo tomando mates con ella en el momento de la lectura de la sentencia. Ella está bien, es fuerte».
El recuerdo de la amiga y la maestra
Alejandra Correa se refirió a Cugno como la docente que «siempre traía mucha paz con su forma de trabajar. Ese lunes – por el día que desapareció, 6 de julio- la ví con vida por última vez y estaba preocupadísima por una planilla de excel que no le salía. Nos reíamos. Fue el día de la gripe A, no estábamos con alumnos y esa noche al volver a su despacho, sólo encontramos los papelitos hechos un bollo de los intentos que hacía de hacer el trabajo».
Correa remarcó su mensaje hacia la comunidad educativa de la escuela Nº 268 de Cañada Rosquín: «Ahora podemos volver a Cañada Rosquín y contarles a los chicos que la justicia y la verdad en este país funciona y que la muerte de Ale lo dejó bien en claro».
Rosal blanco
El día de la sentencia a Baroni, los alumnos y padres de la escuela pusieron cartitas en el rosal blanco que está frente al establecimiento y que lleva el nombre de Alejandra Cugno.