Conociendo a los escultores: Juan Carlos Mercurio – El artista que deslumbró la ciudad el año pasado vuelve con otra magnífica creación y no deja de agradecer a la gente del «Centro de Día». Volvió Juan Carlos Mercurio y nuevamente muestra su talento sin igual. Tras su creación del «Vigía» en el 2009, el artsiat de Banfield llegó acompañado de su esposa Adriana Badii que también trabaja en piedra.
«Yo en El Trébol encontré un simposio que llega al corazón. Tenía ganas de volver y a un lugar como estos siempre se vuelve por como te tratan».
La relación con los colegas
«La relación entre todos los escultores es muy buena. Estamos con nuestros pares, estamos en la misma. Los artistas tienen una cosa sensible que los une y es muy difícil encontrarse con gente que te lleves mal. Siempre estamos en contacto y nos encanta poder estarlo», explicó Mercurio sobre su relación con escultores de todo el mundo.
El simposio del 2009 y el del 2010
«Con respecto al año pasado, este simposio mejoró en cantidad y calidad y hay más piedra, lo que es muy importante. Este año hay más gente de renombre. Yo lo conozco a casi todos. A Gualtieri lo conocí en Gales, al español en Uruguay y a Maftei en Corea. Son grandes artistas».
Su obra
«La obra que hago tiene rostros porque la gente reconoce rostros. La independencia argentina la hicieron los hombres, por eso hay rostros. Aún no tengo un nombre. Los rostros son de gauchos, de indios, de inmigrantes, de extranjeros y de una mujer. Las dos independencias la hizo diferente gente y están reflejadas con sus rostros».
Las chicas del Chalecito Verde
«A muchos amigos les comenté lo que se vive en un simposio como este. Cuando uno se va se entristece. El mexicano me decía que nunca estuvo en un simposio donde lo atiendan tan bien. Yo soy de Banfield de donde era Sandro. El decía que tenía sus «nenas», nosotros tenemos «nuestras chicas» del Chalecito Verde».
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