Tenían el dato – Fue a Mónica Beltrando. Dos malvivientes buscaban dinero de una venta de un vehículo. Mónica Beltrando estaba cocinando en su casa de calle San Martín 59 en la noche del lunes. Tenía las puertas del patio y las ventanas abiertas. La temperatura era ideal, la noche supuestamente también.
Pero de repente, pasó lo inesperado. Dos sujetos encapuchados y con guantes de lana sorprendieron a la dueña de casa, la redujeron y empezaron a preguntarle por el dinero que tenía de la venta de un vehículo que su marido había efectuado. La maniataron y le pusieron una cinta en boca. En el forcejeo hasta hubo alguna cachetada. La trasladaron al quincho y empezaron a buscar por toda la vivienda.
Al no encontrar nada, volvieron sobre ella, le quitaron la cinta y le preguntaron donde estaba el dinero. «La llamaban por su nombre», explicó el Comisario Carlos Chasco, titular de la Comisaría IV a este medio.
No encontraron nada o casi nada. De la billetera de su marido Javier, sólo alcanzaron a llevarse $ 200. Nada más. Huyeron de prisa por las calles. Supuestamente a pie, corriendo, se perdieron en la oscuridad de la noche.
«Cuando llegamos al lugar, nos encontramos con Mónica algo exaltada y nerviosa. Por sus propios medios logró salir de la casa porque los pies no los tenía atados. Llamó a un vecino y éste nos avisó», explicó Chasco a este medio.
La Comisaría IV de la ciudad trabaja intensamente sobre algunas pistas y datos que se recogieron en la noche. Los vecinos no escucharon ni vieron nada extraño mientras se llevó a cabo el delito.