Su amigo y asesor Giuliano Ferrara, director de Il Foglio, había dicho hoy que la renuncia era «cuestión de horas».

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Tras los rumores, Berlusconi desmiente que vaya a renunciar – El premier se reunió con sus hijos en Milán, desde donde desmintió una dimisión. La bolsa, que operaba a la baja, subió más de 2% tras las versiones. El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, salió a desmentir hoy los rumores que circularon sobre su inminente renuncia. «Los rumores de mi renuncia carecen de fundamento y no entiendo cómo han circulado», afirmó el premier. Esta mañana había circulado desde su propio entorno la versión de que Berlusconi estaba a punto de renunciar junto con todo su gobierno. «Es cuestión de horas, tal vez de minutos», había publicado en la edición online del diario Il Foglio Giuliano Ferrara, amigo y asesor del jefe del gobierno italiano.

La noticia era repetida por Il Giornale, uno de los diarios del imperio de Il Cavaliere. Este mediodía (en Italia), el primer ministro se reunió con sus dos hijos mayores, Pier Silvio y Marina, y con Fedele Confalonieri, presidente de Mediaset. Desde allí llegó la desmentida de la renuncia.

El gobierno de Berlusconi se encuentra ya acorralado por las deserciones de un buen número de diputados disidentes de su partido. La situación se complicó aún más esta mañana cuando reabrieron las bolsas europeas por los intereses que deben pagar los títulos públicos italianos: hoy debían pagar el 6,57% anual (para los bonos a 10 años), pero solo después de que el Banco Central Europeo (BCE) interviniera para comprar títulos italianos en los mercados secundarios a fin de impedir que los intereses a pagar llegarán al 7%, una marca que los especialistas consideran como el nivel «de no retorno». Italia tiene una deuda pública gigantesca de 1,9 billones de euros, que equivale al 120% del Producto Bruto Interno.

Anoche Berlusconi resistía. «Tengo la mayoría en el Parlamento», dijo en una comunicación telefónica con un movimiento de sus partidarios. Pero el grupo de asesores íntimos, entre los que se encuentra el propio Giuliano Ferrara, que escribe los discursos fundamentales del capo, le explicó que la situación derivaba hacia un inminente callejón sin salida fatal.

Si Berlusconi llegara a concretar su renuncia, la presentaría ante el presidente de la República, Giorgio Napolitano. Esta mañana el primer ministro partió inesperadamente de Roma a Milán «por razones personales» y dijo que regresaría a la capital italiana hacia el anochecer.

La versión de su renuncia inminente repercutió de inmediato y favorablemente en las bolsas europeas. La de Milán, que se estaba hundiendo ante la suba de las tasas de interés de los títulos públicos, dio media vuelta hacia arriba y las 120 hora italiana subía un 2,89% en un clima de renovada euforia. Los analistas creen que si renuncia Berlusconi pedirá al presidente Napolitano la convocatoria inmediata a elecciones generales anticipadas.

Pero es probable que Napolitano prefiera iniciar sondeos entre las fuerzas políticas para determinar si existe una mayoría en el actual Parlamento. Entre las oposiciones de centroizquierda y de centro, más los disidentes del partido de Berlusconi, podrían dar vida a un gobierno de emergencia nacional, con la tutela del jefe del Estado, quien podría llamar a encabezarlo a una personalidad prestigiosa «por encima de las partes». El favorito es el economista Mario Monti, ex comisario («ministro») de la Unión Europea.

Clarin

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