EE.UU.: arrestan a un físico que planeaba atacar el Pentágono – Para atraparlo, agentes del FBI se hicieron pasar por miembros de Al Qaeda. Diez años después del 11 de setiembre del 2001, las autoridades norteamericanas anunciaron el desbaratamiento de un nuevo plan para atentar contra el Pentágono y el Capitolio, esta vez usando aviones a control remoto cargados de explosivos plásticos C-4.
Lo que parecería la idea de un extremista alocado tuvo más sentido para el ministerio de Justicia cuando se supo que el acusado, Reawan Ferdaus, de 26 años, es un graduado en física de la prestigiosa Northeastern University, de Boston, en Massachusetts. Según explicó el ministerio, Ferdaus empezó a planear los ataques a principios del año pasado y buscaba establecer contactos con Al Qaeda, el grupo considerado responsable de los ataques de hace una década contra el Pentágono y las Torres Gemelas de Nueva York.
Como ocurrió en arrestos similares, el aspirante a terrorista cayó cuando entregó materiales a agentes encubiertos de la policía federal, el FBI. En este caso, el físico entregó a los agentes, que se hacían pasar por militantes de Al Qaeda, teléfonos celulares modificados para ser utilizados como detonadores.
«Nuestra máxima prioridad es proteger a nuestro país del terrorismo y de las amenzas a nuestra seguridad nacional», explicó una de las fiscales federales involucradas en el caso, Carmen Ortiz. La funcionaria afirmó que las pruebas señalan que Ferdaus «venía planeando desde hace tiempo cometer actos violentos contra nuestro país, incluyendo ataques contra el Pentágono y nuestro Capitolio», el Congreso estadounidense.
Los agentes que se hacían pasar por militantes de Al Qaeda le habían dicho a Ferdaus que necesitaban los detonadores para lanzar ataques contra objetivos estadounidenses en el exterior, pero luego se entusiasmó y les propuso cometer atentados en territorio de EE.UU. «No me puedo detener», les habría dicho el ahora detenido.
Ya en confianza, en enero de este año Ferdaus les presentó a los presuntos fundamentalistas islámicos sus planes para atacar el Pentágono utilizando «pequeños aviones sin piloto» manejados por control remoto y cargados de explosivos.
En mayo, el joven viajó desde Boston a Washington para comenzar con las tareas de planeamiento, tomando fotografías de sus blancos y de los alrededores, señaló el ministerio de Justicia.
Cuando volvió a Massachusetts, la idea ya se había expandido: además del «ataque aéreo», Ferdaus quería lanzar una ofensiva «terrestre», para lo cual iba a necesitar un equipo de seis personas «armadas con fusiles automáticos y divididos en dos equipos», relató la fiscalía.
Según el plan, después de la caída del avión con explosivos, alrededor de la sede del ministerio de Defensa quedarían muchas personas «aisladas» sobre las cuales disparar para «crear caos». El ministerio de Justicia aseguró que Ferdaus pasó de las palabras a los hechos y, entre mayo y setiembre último, compró varios de los elementos necesarios para los ataques, entre ellos un avión a control remoto del tipo F-86 Sabre, mientras esperaba recibir de los agentes encubiertos, que seguía creyendo eran de Al Qaeda, los explosivos necesarios para rellenar el aparato.
Ferdaus, un ciudadano estadounidense residente en Ashland, tuvo finalmente su encuentro esperado con los presuntos terroristas, quienes le entregaron algo que parecía explosivos, granadas y seis fusiles automáticos AK-47. Los agentes encubiertos lo dejaron llevar las armas a su depósito y, una vez ahí, lo arrestaron.
El Joint Terrorism Task Force del FBI comenzó a investigar a Ferdaus porque «tenemos la obligación de entrar en acción para proteger al público toda vez que un individuo expresa un deseo de cometer violencia», explicó Richard DesLauriers, de la policía federal de Boston, uno de los encargados del operativo. «Una persona convencida, incluso si no tiene conexiones directas con una organización terrorista internacional o fue entrenado por alguno de esos grupos, puede representar un serio peligro para la comunidad», y por eso le hicieron pisar el palito a Ferdaus apenas creyeron que estaba listo para aportar a la «jihad», señaló DesLauriers.