Genios creando – Piedras y chatarra toman vida y forma. Los ocho escultores avanzan con dedicación. El Simposio de escultores completó el lunes el segundo día de trabajo intenso por parte de los artistas.
Piedras y chatarra toman vida de una manera increíble ante los trabajos intensos de los ocho grandes creadores.
Con su francés y su inglés, Fethiye Boudevin cuenta que son los primeros días los estresantes hasta encontrar la forma final del la obra y que después, en los detalles, todo se disfruta.
Juan Carlos Mercurio fue el más madrugón. Ya trabajaba a las nueve con su equipo tan blanco como su barba. «Estoy encantado de volver a El Trébol. Hay casi 40 simposios en el país pero yo a este no puedo faltar», le manifestó a El Trebol Digital.
Guli Silva, ese genio loco creador en otros años del Quijote y del Caballo rampante que está en la Ciudad de los Niños, ahora se las ingenia para gestar un dinosaurio de tres metros de alto.
El salteño Fabián Nanni es todo un personaje. Grandote, agradable y simpático, moldea la piedra con facilidad junto a Ricardo Kersting de Brasil.
La argentino – americana Nora Connors es delicada y detallista en su obra que aún no lleva nombre, pero que no deja ni un segundo.
Un poco más allá se lo ve a Mateo Torres, de Jujuy, que misteriosamente moldea lonjas de hierro y chatarra de una manera muy artesanal.
Pablo Yactayo, de Perú, es un hombre amable, que bajo su gorro y su máscara golpea el mármol buscando la forma final.
La gente se acerca, pregunta y opina. Los días fueron de sol y acompañan el trabajo de estos ocho enormes artistas.
El Simposio tiene vida y nivel. La organización es puntillosa y la creación está latente en estos ocho monstruos que se encargan de hacer latir un pedazo de piedra o un recorte de hierro, que hasta ayer, había sido abandonado en un baldío.
