Después de las llamas – Fue en la noche del viernes ante un imponente marco de afiliados. Fuerte inversión en equipamiento. Dos meses y medio después de aquel incendio donde las llamas devoraran las instalaciones de las oficinas de ATILRA, el lugar volvió a tomar vida y respirando mucha salud.
Atrás quedó el fuego consumiendo los muebles, las computadoras, la documentación y el trabajo de muchos años.
El lugar recobró su vida propia, pero esta vez la apuesta del gremio de los lecheros fue duplicada. La noche del viernes encontró a cientos de afiliados festejando la reapertura de este lugar en la punta de la Av. Libertad de El Trébol, con nuevo diseño del lugar, la adquisición de cuatro flamantes computadoras de última generación y el mejoramiento en cuanto a lo funcional para una mejor atención a los adheridos a ATILRA.
Un Álvarez muy contento
Sentado en las oficinas, el Secretario de la Seccional El Trébol, Jorge Álvarez, no podía disimular su alegría y su entusiasmo: «Aquel incendio del 27 de junio nos dejó de rodillas, pero rápidamente nos pusimos de pie y con el apoyo del gremio logramos reconstruir todo esto. El incendio fue devastador, pero de alguna manera nos ayudó a reestructurar un lugar que nos estaba quedando chico, ya que tras la fusión con Rosario, comenzó a ser mucho el trabajo que se hacía en el lugar».
Álvarez también explicó: «Incorporamos un nuevo empleado para labores administrativas y cuatro máquinas de última tecnología para que cuando venga el contador también pueda trabajar con tranquilidad. Es decir, no sólo reconstruimos, sino que mejoramos lo que ya teníamos».
Tras la inauguración y el corte de cinta, el gremio ofreció a sus afiliados un agasajo para juntos compartir el festejo.