Argentina tuvo una mala tarde y dejó su invicto ante el Brasil de Magnano – Scola, con 24 puntos y 11 rebotes, fue el mejor del equipo de Lamas. Una derrota que le duele y mucho a esta Generación Dorada, más allá de que la clasificación a semifinales ya estaba asegurada. Brasil cortó la racha Argentina en el Preolímpico y se dio el gran gusto frente al rival que tantas amarguras le provocó en los últimos años. Fue 73-71 para el equipo de Rubén Magnano, el DT campeón olímpico en Atenas 2004, que hoy enfrentó por primera vez a la Selección en suelo argentino.
Los clásicos son partidos aparte, se suele decir. Esta vieja máxima explica la intensidad con la que se jugó la primera mitad. Argentina, desde el inicio mismo, sufrió con la lesión de Andrés Nocioni y debió modificar sus planes. Entre Ginóbili y Scola cargaron con el goleo del equipo y aportaron cuatro puntos cada uno. Del lado brasileño, Huertas y Alex acertaron sendos triples para dejar las cosas 9-8 para Brasil, que luego con una ráfaga del base del Barcelona y un triple de Marquinhos sacó seis de diferencia (14-8).
Argentina respondió con cinco tantos de Delfino (un triple y un doble largo) y, a 1m26s del final del parcial, pasó al frente (15-14) con un doble de Juan Gutiérrez. Pero un triple de Guilherme (5 tantos) Brasil recuperó la ventaja (17-15), con 40 segundos en el reloj. Delfino (goleador argentino en el cuarto, con 7) empató a 20 segundos pero Huertas (7 puntos en el primer parcial) le dio dos de luz a su equipo sobre el cierre: 19-17.
En el inicio del segundo cuarto, Brasil acertó con Rafael Hettsheimer y Guilherme y sacó seis (23-17) en los primeros dos minutos. Ahí Lamas pidió minuto para intentar despertar a sus dirigidos. El dilema del DT pasaba por resolver la maraña que le planteaba Magnano con la doble marca sobre Manu. Es que entre Huertas y Alex cubrían al escolta y dejaban libre a Prigioni, quien no se animaba a tomar los tiros que sí había anotado ayer ante Venezuela.
A partir de ahí llegó la reacción de la Selección. Fueron poco más de tres minutos en los que Brasil apenas pudo anotar dos puntos y Argentina, de la mano de Scola, la fuerza de Jasen (tanto en defensa como en ataque) y la presión sobre Huertas logró pasar al frente y sacó una brecha de tres (28-25). Pero Brasil logró descontar a un punto de cara al descanso largo: 28-27.
En el tercer cuarto sucumbió la defensa Argentina y Brasil golpeó fuerte. El equipo de Magnano logró casi la misma cantidad de puntos que en los primeros 20 minutos (26 contra 27). Y la Selección siguió dependiendo mucho de lo que hicieran Scola (5 puntos) y Ginóbili (4). Pero entre Hettsheimer y Marquinhos anotaron 9 puntos cada uno en el parcial y lograron darle una brecha de diez tantos (42-32) a Brasil. Pero Argentina, a partir de la fiereza de Kammerichs, recortó a seis tantos (53-47) de cara al último parcial.
Argentina se acercó a dos (57-55) con un doble de Scola. Pero Guilherme quedó solito en la siguiente y acertó de tres puntos para darle un respiro (60-55) interesante a Brasil. Para colmo, Scola cometió una falta en ataque y Hettsheimer volvió a construir exitosamente un pick and roll con Huertas, para estirar a 7 (62-55).
Entre Ginóbili y Scola se cargaron al equipo y acercaron a tres tantos (62-59) a Argentina. Pero Hettsheimer anotó dos más para frenar el envión.
De ahí en más ganaron los nervios. Scola salió por cinco faltas a dos minutos del final y, en ese contexto, Brasil acertó un poco más.