Con una victoria sufrida, River dio el primer paso en su Operativo Retorno – No pudo liquidarlo y su rival tuvo chances de empatar, pero al final se llevó el triunfo necesario en su histórico debut en la B Nacional. Y una noche, los hinchas de River se fueron felices del Monumental. ¿Cuándo había sido la última vez? ¿Acaso alguien lo recuerda? Lo cierto, lo concreto, es que River dejó una buena imagen en su debut en la B Nacional. Fue apenas por 1-0 ante Chacarita con un gol de cabeza de Juan Manuel Díaz. El equipo del debutante Almeyda se sacó una mochila de encima y su gente se fue cantando con la ilusión de volver a Primera.
El cabezazo de Díaz, a los 6 minutos, trajo alivio. El uruguayo saltó más que todos ante el centro de Sánchez, la ubicó en un rincón y simplificó la historia. Porque la ventaja le dio tranquilidad al local. Porque River mostró destellos interesantes. Y una clara intención de jugar la pelota al ras del piso. Con prolijidad y con criterio. Con Domínguez como titiritero. Pero bien rodeado. Porque Sánchez se mostró por la derecha y Aguirre hizo lo propio por la otra banda.
River manejó la pelota en la primera parte. Por momentos se pareció a un equipo de Primera, especialmente de mitad de cancha hacia adelante. Porque ofreció variantes y tuvo mucha dinámica. Pero, a la vez, se descuidó en el fondo. Y sufrió cuando la defensa salió lejos. Bastiani tuvo el empate pero Díaz la sacó en la línea.
Sin embargo, el primer tiempo se fue entre aplausos y ovaciones. Funcionaron los juveniles Abecasis y Ocampos. Aguirre y Sánchez dieron todo, Domínguez aportó lujos que ya casi no se veían por estos lados. Y Cavenaghi fue puro sacrificio. Así, bajo un diluvio, los once jugadores de River se fueron a los vestuarios con el ánimo por las nubes.
En el reinicio, River no detuvo su marcha. A los 2, Domínguez la empujó abajo del arco pero Baldassi, correctamente, anuló el gol por posición adelantada. Cuatro minutos después, el Chori eludió a Tauber y tocó con el arco vacío. Pena llegó con lo justo y la sacó cuando los hinchas festejaban el segundo. River estaba muy cerca del segundo. Pero algo cambió.
Es que River se quedó fìsicamente. Chacarita se dio cuenta, ajustó las clavijas y presionó. Entonces creció Raymonda. River se replegó. Fue el único momento de la noche donde el silencio le ganó a la emoción. El visitante empujó. Sin ideas. Pero fue. Rivoira metió mano y puso dos delanteros (Ereros y Cobelli), pero fue puro centro. Páez casi lo empata a los 23, pero su cabezazo se fue afuera.
En el peor momento de River, surgió Domínguez, la figura de la noche. Puso la pausa justa, el toque distinto. Hasta tuvo aire para dejar un defensor en el camino y sacar un derechazo esquinada que se estrelló en el poste. Mientras tanto, Almeyda movía el banco. Dejaba la cancha un Ocampos agotado para que ingrese Affranchino. River se reagrupó en el fondo y sufrió para llevarse su primera victoria en la B Nacional. Cumplió su objetivo, que era ganar. Y, lo más importante, sus hinchas se fueron felices, como hace mucho no lo hacían.
Clarin