Caro Costagrande buscar ser la reina de Rusia – Caro Costagrande está terminando su primera temporada de voley en Rusia. Su equipo, el Dinamo es finalista del campeonato nacional. Su experiencia. Nuestra Caro Costagrande no conoce de límites ni fronteras. En su paso en la gran carrera del voleybol que la vio brillar en Argentina primero y en Italia después, ahora Caro conquista nada más y nada menos que la lejana Rusia.
Desde el 15 de noviembre pasado, Costagrande es jugadora del Dinamo de Moscú y le va tan bien que en estos días comienza las finales del campeonato.
Estas satisfecha hasta ahora con lo logrado en Moscú a nivel voley?
«Sí, muchísimo», dice Caro desde Rusia y agrega: «Hace seis meses que vivo en un contexto completamente diferente a lo que estaba acostumbrada en mi vida. Si bien viví muchos cambios, éste fue el más chocante. Acá, si bien se pueden pasar algunos meses, es impensable al menos para mi y hoy por hoy, poder vivir en un lugar así. Me refiero a que, cuando me fui a Italia, también todo era distinto, pero era fácil acostumbrarse por lo parecido de nuestras culturas. Acá no!»
Como es un día tuyo en Rusia?
Varía muchísimo. No hay dos días iguales. Tenemos una gran cantidad de viajes y las distancias en Rusia y en Moscú son inmensas. Además el tráfico es caótico, se pierde mucho tiempo viajando. Jugamos 3 torneos paralelos, el campeonato ruso, la Champions League y Copa Rusa. Utilizamos dos instalaciones diferentes, una en el centro donde jugamos y otra donde entrenamos que queda cerca de donde vivimos. Para ir al centro tenemos una hora y media de viaje si el trafico es normal, no hablemos si hay congestión o accidentes, o sea que vamos dos días antes del partido y concentramos», comenta Caro y añade: «En cambio, los entrenamientos se hacen cerca de casa, también se puede concentrar en el hotel que ponen a disposición los dirigentes del club, porque cuando hacen 15 grados bajo cero, es mejor no asomar la nariz afuera. Se entrena a la mañana, comemos y dormimos la siesta en el club ya que es como un hotel. El gimnasio está adentro, pero tenemos permiso para volver a casa porque saben que es cerca y no hay riesgo de quedarse horas en el tráfico. Aunque la verdad es que hubo días que una distancia de 5 minutos de auto, fueron 40 minutos por el trafico…»
Como te las ingenias con las costumbres y el idioma?
«El idioma es imposible sin estudiarlo, no como el italiano que lo aprendí sin haber estudiado nunca! Los rusos no hablan inglés, o sea que es imposible comunicarse en el supermercado, pedir una información o ayuda. Sólo en algunos lugares muy selectos del centro, en restaurantes , en bares u hoteles de más categoría, hablan en inglés».
Era mejor Italia?
«Por supuesto!!!»
Arrepentida?
«No, para nada!!! Esto es solo una experiencia de 6 o 7 meses y basta. Italia es para quedarse a vivir!!!»
Extrañás Italia?
«Sí, un montón!»
Sabemos que tu mamá, «Cuqui», te visitó en Rusia. Como fue recibirla allá?
«Hermosísimo! Siempre digo que quisiera que mis ojos fueran una filmadora para que mi familia pueda ver lo que yo vivo y experimento cada día de mi vida, Rusia, es muy distinta a Italia, y vivirla es algo sorprendente cada día. Lo que mas deseaba era poder compartirla sobre todo con mi madre, porque sé cuanto ella disfruta de conocer y cuanto ella lo vive a través mío las diversidades del mundo. Entonces no veía la hora de realmente compartirlo con ella todo esto. Siempre digo que es demasiado todo lo que la vida me permite ver para mí sola, y lo necesito compartir con mi familia, pero no siempre se puede. Entonces tener a mi madre acá fue una de las visitas mas lindas desde que estoy fuera de casa, es mas te digo que fue la mas linda!»
Como es la Liga en la que jugás?
«Menos competitiva que en Italia. Somos solo dos equipos del mismo nivel alto, que somos los dos que vamos a empezar las finales pronto, podriamos decir que hay cuatro de buen nivel y con el resto hay mucha diferencia».
Y las compañeras?
«Buenas jugadoras, tengo cinco que están en la selección que salio campeona del mundo en el ultimo mundial ganándole a Brasil», dice Caro y agrega: «Es muy difícil la integración entre nosotras, porque el idioma impide la comunicación y ellas no hablan en inglés, alguna un poco, pero así mismo, son gente muy cerrada que hacen la suya».
Costagrande cuenta que el pueblo ruso «no te mira por la calle, no te abren la puerta, no te ceden el paso, dan la idea de ser un poco maleducados, pero después conociéndolos, se entiende que están muy marcados por el pasado histórico, de como vivían, como fueron gobernados como pueblo, los miedos, la desconfianza, el que llegaba ultimo no comía o se quedaba con la peor parte. Te chocan, no se dan cuenta, ellos miran el objetivo pero no miran mucho qué pisan para llegar hasta él. Tienen prisa, sobre todo en una metropolis como Moscú, son muy fríos por el clima, hasta 8 grados bajo cero es tolerable, todo lo que venga por debajo es insoportable, te hace rigido, duro, frío, y hasta de mal humor…..es toda una grandísima experiencia, muy interesante, linda, eso es lo que abre la cabeza, y lo que me hace entender como funciona el mundo, la diversidad del planeta, los sufrimientos de la humanidad, las cosas lindas, fascinantes, increíbles».