– Para la Bolsa de Comercio de Santa Fe, los costos de producción y el clima causarán impactos negativos, a pesar de que se esperan rendimientos por encima de los históricos. «La superficie sembrada con soja en el centro-norte de la provincia de Santa Fe ha sido importante. Sin embargo, esto ocurre en un contexto de precios internacionales en tendencia bajista y costos de producción que se incrementan, lo que lleva a esperar márgenes de rentabilidad reducidos, y hasta resultados negativos en campos arrendados», informó la Bolsa de Comercio de Santa Fe.
Otra de las razones que desalentaron la rentabilidad, fue la acción y consecuencia de los eventos climáticos. «Se evidenciaron en la presente campaña en nuestra región, tanto en momentos de siembra como previos a cosecha, obligaron a sembrar en forma tardía, o practicar la resiembra, incrementando aún más los costos para muchos productores de la zona. Se esperan pérdidas de producción que todavía no fueron mensuradas, y a medida que avance la cosecha se ajustarán los rendimientos finales», manifestó la entidad.
«Los rendimientos promedio esperados en la región para la presente campaña son sensiblemente superiores a los históricos. Sin embargo, es aún en este contexto que se observan márgenes negativos para la producción de soja. Esto nos brinda un panorama de la problemática que enfrentan los productores, ya que si hubiéramos tenido una campaña con rendimientos similares a los históricos, la situación financiera a la que se llegaría sería incluso más crítica», detallaron.
La rentabilidad obtenida en la soja, campañas atrás, servía en parte para financiar los resultados obtenidos en otros cultivos, de gran importancia ambiental debido a que extraen y reponen nutrientes necesarios para el suelo. La gran compresión en los márgenes en la producción de soja restringe las posibilidades de esta compensación, lo cual lleva a los productores a practicar más el monocultivo de soja.
«Sin considerar impuestos, tanto en la zona de San Justo como en Castellanos se esperan márgenes brutos positivos para la producción de soja en campo propio, pero los resultados nos arrojan quebrantos para la producción en campo arrendado, que es la forma de producción de más de la mitad de los productores. En tanto, en General Obligado los resultados son negativos aún sembrando en campo propio», explicó lo BCSF.