La solución? – Los perros callejeros siguen provocando accidentes y lesionados. El Dr. Storti habló de la situación. Que ladran, que encaran, que te hacen caer de la moto o peor aún, que te muerden. Los perros siguen en la calle sueltos, vagabundos o con dueños, siguen siendo una de las pruebas más latentes de porqué aún no estamos preparados para pensar y sentirnos como que vivimos en una ciudad.
Creo que no hay imagen más triste que ver un montón de perros amontonados en una esquina o más aterradora para un peatón que al caminar por una vereda, se encuentra con canes que salen y le ladran.
Nadie hace nada, nadie ve nada. Pero los que no ven, ni hacen, son los dueños de esos animales.
A la hora de quejarnos, somos los primeros en sacar el libro de nuestros derechos y esgrimirlos con voz alta y en tono imperativo, pero a la hora de mirarnos hacia adentro y entender que nuestra mascota vive suelta en la calle, nos olvidamos de que nuestros derechos terminan, donde empiezan los del vecino.
El tema de los perros en la vía pública no es nuevo, salvo que ahora, una sucesión de heridos y lesionados por la mandíbula de algún can que decidió ir un poco más allá de un simple ladrido, alteró a la sociedad.
«Es una situación problemática. No de hoy, esto es de siempre», dice el médico veterinario Darío Storti, quién está al frente del Hogar Canino Municipal. «No hay responsabilidad en la gente. Hoy el 99% de los casos son de perros con dueños. Porque a los perros callejeros nosotros los llevamos al hogar canino y tras tratarlos como corresponde, alimentándolos, bañándolos y vacunándolos, se los dimos a gente responsable a lo largo del tiempo. El tema grave es la cultura y la educación de la gente que tiene mascotas, pero los deja sueltos durante el día y son el terror del barrio y de las veredas».
Storti parece cansado del asunto y agrega: «No hay mentalidad. Si no tomamos conciencia, no nos llevaremos nunca bien con la sanidad y el tema de sabernos llevar bien entre todos para el bien común».
Lugares críticos
El veterinario no apuntó directamente a cuáles son los lugares críticos donde los perros callejeros son los dueños de un barrio determinado. Por ejemplo, una de las calles críticas es San Martín, en Pueblo Paso. Storti dice: «Hay perros sueltos en distintos lugares. Son sectores típicos. Las zonas críticas son en algunos lugares de la periferia y en lugares céntricos donde se fueron llevando los perros vagabundos que estaban sueltos pero aparecen otros nuevos. También se abandonan animales en todos lados. Ahora se usa el basural para abandonar perros con cachorros».
El encargado del Hogar Canino también resalta: «El tema está fundamentalmente en hogares sin cercos perimetrales donde los casos se ponen problemáticos. Tampoco atan a los canes, entonces, esta gente mientras trabaja durante el día, deja sus perros sueltos y al volver les da de comer, pero esa no es la solución».
E.T.D: Cuál es la solución?
«Cuando se tome una decisión política para llevar los perros con dueños que están en la vía pública al hogar canino y cobrarles una multa. Ahí te aseguro que la cosa va a cambiar de manera drástica».
Método de primer mundo
Storti esgrimió una serie de medidas y modalidades para tener a los animales identificados. Estas, suelen usarse en algunos barrios del Gran Buenos Aires. «Habría que hacer lo de la identificación de los animales», esgrimió Storti y detalló: «Hay dos opciones, con un tatuaje indeleble en el pliegue interno del muslo o en el lado interno de la oreja o con un microchip que tiene un código y un número. El microchip se coloca como una inyección subcutánea, no le provoca problemas al bicho porque el organismo lo encapsula y queda de por vida en el interior. Entonces, al detectar un animal en la calle, con el microchip se lee con un scánner y uno sabe a quién pertenece».
Hogar saturado
A pesar de la Comisión que trabaja de manera incansable reubicando animales, el Hogar Canino Municipal, atraviesa otra crisis de superpoblación.
«El Hogar Canino está sobresaturado. Estamos teniendo en este momento ochenta animales cuando es de sesenta y cinco la capacidad máxima. No podemos albergar más perros porque no los atenderíamos como corresponde», explicó el veterinario a este medio.
Lugares de abandono
Daría Storti también volvió a acusar a ciudadanos de otras localidades, que en viajes nocturnos depositan animales en esta ciudad. «Hay lugares especiales. Cerca de Williner cuando llega gente del lado de Cañada Rosquín, en la Ruta 13, cerca del Motel o en el Cementerio. También en el Puente Amarillo es una zona crítica, donde tiran muchos perros».
