Malvinas: Cristina quiere más vuelos y que partan desde Argentina – Hoy los opera LAN y salen de la localidad chilena de Punta Arenas. Los isleños temían que la Presidenta cortara las conexiones aéreas. El mayor temor de los isleños y residentes de Malvinas acaba de esfumarse. La presidenta Cristina Kirchner anunció durante su discurso de apertura de sesiones del Congreso que no solo no cortará los vuelos hacia el archipiélago sino que quiere que se agreguen más.
«He instruido al canciller (Héctor Timerman) y a la embajadora (ante el Reino Unido Alicia Castro) renegociar los acuerdos -que los únicos que cumplimos somos nosotros-, que se firmaran en 1998 que permiten dos vuelos semanales a las islas», que hoy opera la empresa Lan Chile.
Según explicó, la intención es que los vuelos partan desde el aeroparque Jorge Newbery a la capital de Malvinas tres veces por semana y que sean operados por Aerolíneas Argentinas y no por Lan Chile.
Por eso, Cristina le pidió al presidente de Aerolíneas Argentinas Mariano Recalde que los vuelos «partan del territorio continental, desde Buenos Aires, hacia las islas con nuestra línea de bandera».
Los vuelos a las islas fueron retomados en 1999, tras la firma de los llamados acuerdos de comunicación. Según lo convenido por los gobiernos de Carlos Menem y Tony Blair, cada sábado un avión de Lan, que sale de Santiago de Chile, hace su última escala en Punta Arenas con destino a la base militar de Mount Pleasant para luego regresar al continente. Dos veces al mes, aterriza en Río Gallegos. Para ello, necesita y tiene el vital premiso para sobrevolar el espacio aéreo nacional. En 2003, Néstor Kirchner le cortó el permiso a Lan por vuelos extras que hacía sobre todo en verano para compensar la falta de pasajes por la demanda de los cruceros.
La comunicación con el continente es fundamental para las islas. No solo porque el vuelo de Lan Chile llega con familiares y amigos, sino porque también trae sus bodegas cargadas de insumos. En Malvinas viven unos 300 chilenos y otros 150 peruanos que van y vienen de la mano de la industria pesquera. Además, unos 30 argentinos.
Por ese motivo, cuando Cristina anunció en febrero que iba a realizar importantes anuncios sobre Malvinas, los isleños, pero sobre todo la comunidad de latinos que viven en Malvinas, temieron lo peor: que la Presidenta anunciara el corte de los vuelos. Incluso, hubo una manifestación al día siguiente para pedir y garantizar su continuidad.
El temor no era infundado. En septiembre pasado y ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Cristina Kirchner había amenazado con cortar los acuerdos y con ellos, los vuelos. El embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello, a horas de presentar sus cartas credenciales ante Barack Obama, había asegurado: «Es una posibilidad que está en estudio del gobierno».
Pero hoy la Presidenta dejó en claro que revió su postura y no sólo retiró la amenaza sino que intenta una nueva jugada ante el Reino Unido. Fue en medio de un aumento de la tensión con Londres cuando se están por cumplir 30 años de la guerra. Antes del conflicto armado de 1982, los isleños viajaban a la Argentina gracias a dos vuelos semanales de la empresa LADE.
Además, de los vuelos de Lan, la Royal Air Force aterriza dos veces más. Sus aviones despegan de la base que tiene en Brize Norton, Oxfordshire a unos 105 kilómetros al noroeste de Londres. Hace una parada técnica en la isla Ascensión para recargar combustible y sigue hasta Mount Pleasant. Ese vuelo, según contaron los isleños a Clarín.com, cuesta unas 3000 libras esterlinas o cerca de 21.000 pesos argentinos.
Clarin