River recuperó la punta y la alegría – Con el triunfo, el equipo de Almeyda alcanzó en la cima a Instituto y Central. El Millonario mostró un buen nivel y cambió la imagen tras el empate ante Almirante Brown. River tuvo una tarde tranquila desde lo futbolístico y se sacó de encima a un rival de los más accesibles de la B Nacional para llegar a lo más alto de las posiciones. El equipo de Matías Almeyda superó por 2-0 a Chacarita en el Estadio Ciudad de La Plata, por la vigésima fecha del torneo.
Pese a las evidentes diferencias de ambas campañas (Chacarita está último con apenas 14 putnos), el partido se destrabó con un blooper de la defensa local cuando un rechazo de cabeza Sebastián Pena rebotó en Damián Toledo y terminó dentro del arco de Nicolás Tauber. Fue la carambola para que River tomara tranquilidad en La Plata.
Hasta ese momento, Chacarita le había complicado en partido a River en la mitad de la cancha y hasta tuvo alguna aproximación ofensiva para esperanzarse con la ventaja parcial. Pero la inesperada apertura del marcador y el siguiente golazo de Lucas Ocampos, que sorprendió con un derechazo al ángulo desde el borde del área, resolvieron el juego de manera anticipada.
Entonces, el Millonario consiguió tranquilidad para superar un compromiso que pudo complicarse en caso de extenderse el cero durante su transcurso. Es que los dirigidos por Almeyda mostraron poca comunicación entre sus jugadores creativos y llegaron lastimaron al rival con errores ajenos y aciertos individuales.
Conseguida la ventaja, priorizaron la tenencia de la pelota, sin agresividad, para asegurar un resultado que despeja el clima tenso luego de las derrotas en los superclásicos de verano y el empate con Almirante Brown, en Isidro Casanova.
Por eso, el segundo tiempo del partido tuvo un desarrollo lento, previsible y sin llegadas por parte de ambos equipos. River ya no quería y Chacarita, nunca pudo. Ahora, el Millonario tiene los mismos puntos que Instituto y Central, equipos con los que comparte la cima de una B Nacional que está más al rojo vivo que nunca.