Sin encontrar resistencia, más de dos mil hombres de diversos batallones policiales ocuparon Rocinha para expulsar a los narcos que desde hace décadas dominan el sector.

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Con un megaoperativo recuperan la favela más grande de Río de Janeiro – Tras el operativo, unos 1.000 vecinos acompañaron una ceremonia improvisada para izar la bandera de Brasil. La Policía Militar de Río de Janeiro obtuvo hoy el control total de la favela Rocinha, la mayor de Brasil y en manos del narcotráfico por 30 años, tras una operación que comenzó esta madrugada con el apoyo de blindados y sin disparar un solo tiro.

Tras el operativo, unos 1.000 vecinos acompañaron una ceremonia improvisada para izar la bandera de Brasil en un punto céntrico de la gigantesca barriada, para simbolizar la recuperación de este territorio en manos del crimen, a tal punto que antes de que comenzara esa ceremonia ondeaban banderas blancas desde las casas.

En un asta improvisada, rodeada por una maraña de cables eléctricos, los oficiales del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) también izaron la bandera del estado de Río de Janeiro frente a los representantes de las otras fuerzas del orden que participaron de la toma policial de esta favela de 120.000 habitantes, ubicada en el corazón de los barrios ricos de la ciudad.

En el operativo, que comenzó cerca de las 4 (las 3 en la Argentina) y contó con el apoyo de blindados de la Marina, también fueron ocupadas las favelas de Vidigal y Chácara do Ceu. «No hubo ningún incidente, ni un tiro disparado», celebró Alberto Pinheiro Neto, jefe del estado mayor de la PM al anunciar el éxito de la misión.

Los efectivos del BOPE y del batallón de Operaciones de Choque avanzaron en la oscuridad por las calles, escoltados además por el vuelo rasante de tres helicópteros. Mientras que, los traficantes colocaron aceite en las calles de la favela con la infructuosa intención de impedir el avance de los blindados, constató la AFP.

El gobernador del estado de Río de Janeiro Sergio Cabral felicitó a los cuerpos de seguridad e indicó que informó a la presidenta Dilma Rousseff sobre el éxito de la operación. «Esta población necesita paz para criar a sus hijos y vivir con dignidad, y cualquier acceso a la vida digna pasa por la paz», indicó el responsable.

La policía decomisó 13 fusiles, 10 morteros, una granada, municiones, miras telescópicas y motos, además de unos 150 kilos de marihuana. Una persona fue arrestada, aunque por ahora no se relaciona con los 200 narcos que las autoridades estiman siguen en la favela y que no fueron apresados.

Hay que recordar que el jefe del narcotráfico Antonio Francisco Bonfim Lopes, alias Nem, ya fue arrestado esta semana cuando intentaba huir escondido en el portaequipajes de un auto, al igual que otros dos importantes narcos.

«El triunfo que el ciudadano carioca tuvo hoy fue la liberación de esas personas del juego del fusil… Devolver el territorio a quien no lo tenía hace 30 años no es poco», zanjó el secretario de Seguridad del estado de Río, José Mariano Beltrame.

El estado de Río de Janeiro mantiene desde 2008 una carrera contrarreloj para pacificar los barrios pobres de la ciudad controlados por narcotraficantes y milicias paramilitares antes del Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016.

La toma de Rocinha es la 19ª que reconquista la policía de manos de los narcos. Unos 250 funcionarios del BOPE permanecerán custodiando indefinidamente Rocinha hasta que sea instalada la Unidad de Policía Pacificadora, cuerpo creado en el marco de las ocupaciones de las favelas.

(AFP)

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