En el discurso del Estado de la Unión que pronunció anoche, el presidente dijo que robustecer la economía es su desafío.

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Obama lanzó su campaña y busca seducir a la clase media – Prometió mejorar la distribución del ingreso con más impuestos para los ricos y defender las mismas reglas para todos. Con la clase media en mente y una propuesta política cuyo objetivo primordial es superar la crisis que todavía afecta a millones de estadounidenses con una economía más fuerte y más igualitaria, el presidente Barack Obama utilizó el discurso sobre el Estado de la Unión ayer para lanzar oficialmente la campaña por su reelección.

Según Obama, mantener la promesa de oportunidades económicas para todos es «la cuestión clave de nuestra época». «Podemos contentarnos con un país en el que el número de personas a las que le va bien disminuye mientras que el número de personas que apenas logran sobrevivir aumenta. O podemos restablecer una economía donde cada uno tiene una oportunidad, cada uno contribuye de manera igualitaria y cada uno se rige por las mismas reglas», dijo.

Y retomando una de las banderas de su campaña presidencial, agregó el presidente: «Lo que está en juego no son valores democrátas o valores republicanos; son los valores estadounidenses. Debemos restaurarlos».

Propuso una reforma fiscal para que los más pudientes aumenten su contribución: aquellos que ingresan más de un millón de dólares deben contribuir al menos el 30% de sus ingresos. «Debemos dejar de subsidiar a los millonarios», enfatizó Obama.

Los republicanos han venido oponiéndose sistemáticamente a todo aumento impositivo desde que Obama asumió la presidencia. Pero anoche Obama dejó en claro que, para poder lograr una sociedad más igualitaria, los ricos tendrán que pagar más impuestos.

Desde el primer piso de la galería del Congreso, sentada en el palco de la primera dama Michelle Obama, siguió con mucha atención la palabra del presidente Debbie Bosanek, la secretaria del multimillonario Warren Buffet. Bosanek se hizo famosa cuando su jefe la mostró como el mejor ejemplo de que el sistema impositivo en Estados Unidos es injusto. Según Buffet, Bosanek paga más impuestos que él, una situación a la que hay poner fin haciendo que los ricos tributen más. Es lo que llaman «la regla Buffet». Si llegase a aplicarse, el candidato a presidente republicano Mitt Romney, cuya declaración impositiva fue dada a conocer ayer, tendría que solventar un carga mucho mayor al 15% que está pagando (Ver Millonario, Romney…).

«Hasta que yo sea presidente, trabajaré con cualquiera en este recinto para construir sobre esta oportunidad. Pero tengo toda la intención de luchar contra las obstrucciones con acciones y voy a oponerme a todo esfuerzo por regresar a las mismas políticas que provocaron la crisis económica», dijo Obama lanzando nuevamente un tiro por elevación a los republicanos que han venidos boicoteando todas sus iniciativas legislativas. De acuerdo a RealClearPolitics, los sondeos de opinión indican que hay más estadounidenses que desaprueban la gestión del Congreso que la de Obama. En efecto, un 83% se manifestó en contra de los legisladores mientras que sólo un 48% no está de acuerdo con el gobierno del presidente.

Sin duda, Obama tendrá esta situación durante su campaña electoral. Aunque en Senadores tiene mayoría demóctrata, la Cámara de Diputados está controlada por los republicanos. Las muy fluidas internas del Partido Republicano tardarán en definirse más de lo esperado. Todo indica que la pelea al final será entre el moderado ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney, y el ex presidente de Diputados, Newt Gingrich. La agenda de Obama «está condenada al fracaso», dijo Romney. Según el ex gobernador de Massachusetts, «las propuestas del presidente son más de lo mismo».

«Un amigo mío dice: él (Obama) ha cambiado del ‘Sí, podemos’ al ‘Por qué no pudimos’», dijo Gingrich, mientras que sus asesores emitieron un comunicado indicando que lo importante es ver si Obama mostrará en su campaña «voluntad de dejar de lado su ideología extremista».

Obama no se dejó amedrentar. «Nunca nos olvidemos de que hay millones de estadounidenses que trabajan duro y respetan las reglas de juego. Ellos merecen un gobierno y un sistema financiero que haga lo mismo. Ha llegado la hora de instrumentar las mismas reglas de arriba para abajo. No más paquetes de rescate, no más beneficencia», sostuvo el presidente.

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