Terminó el partido, de resultado adverso recién en los penales y con el corazón partido, Germán Castillo, el DT del equipo de la cantera, hizo su análisis en caliente.
«Nos vamos muy amargados y tristes pero orgullosos. Fue un partido adverso desde los primeros minutos. Sacamos corazón y alma por los colores y por la gente», señaló lleno de dolor y con los ojos invadidos por las lágrimas.
Tras abrazar uno a uno a los jugadores del «Cele», destacó: «Con 10 jugadores logramos mucho. Jugamos por momentos muy bien, hicimos un golazo, y tuvimos personalidad. Es injusto, no hay que reprocharse nada, hay que irse con la frente en alto».
Mientras la gente se agolpaba en el alambrado, para aplaudir al equipo, «Pomelo» sintetizó: «Queríamos estar en una final, no se dio. Pero estoy orgulloso por estos pibes. Muy orgulloso».
Hay revancha el año que viene?
«Ojalá», susurró y volvió a llorar.