Setenta años de trayectoria tiene la empresa Tinka, ubicada en la ciudad de San Jorge, provincia de Santa Fe. Tres generaciones familiares lograron convertirla en la única fábrica aún vigente de bolitas -también llamadas canicas- de Sudamérica. Y ahora conquistó una nueva hazaña: ser licenciataria oficial de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para vender su línea especial de bolitas y bolones de vidrio con imágenes de los campeones del mundo 2022.
No hay dudas de que la creatividad es una de las claves que les permitió resistir el paso del tiempo. Fue esta característica y las ganas de homenajear a la Selección Argentina de fútbol lo que llevó a sus dueñas a lanzar al mercado esta colección en enero de 2024, a poco más de un año del triunfo nacional en el Mundial de Qatar. Las canicas mundialistas se agotaron en cuestión de días. Sin embargo, al no tener la licencia formal de la AFA para comercializarlas, debieron poner en stand by la producción que recién ahora volverá a ver la luz, tras conseguir el permiso oficial.
«En octubre del año pasado cumplimos 70 años y estábamos atravesando un momento difícil, teníamos ganas de hacer algo especial y reversionar las canicas. Como en algún momento habíamos hecho bolitas y bolones con imágenes de clubes, se nos ocurrió seguir la temática del fútbol y hacer un homenaje a la selección, ya que se iba a cumplir un año del Mundial. Sacamos una colección de 30 bolones que incluye a los 26 jugadores, el técnico y tres bolitas particulares más», contó a diario La Capital Mariana Chiarlo, una de las dueñas de Tinka junto a sus hermanas, Roxana y Silvana.
Bolitas de la selección para todos
Durante el verano, distribuyeron entre sus proveedores unas 2 mil cajas, que contenían 25 bolsitas para vender de forma particular en comercios como kioskos, minimarkets, súpers y jugueterías. Cada bolsita incluía tres bolones con motivos de la selección y un puñado de bolitas celestes y blancas para acompañar. La idea de Tinka era que el público comprara varias unidades hasta llegar a armar la colección completa con los 30 bolones de los campeones del mundo.
«Vendimos todas las cajas en quince días y estábamos por ensayar una segunda tanda cuando se comunican con nosotros los representantes de la marca Torneos y Competencias, que es la que expide las licencias de la AFA en Argentina. Allí nos comunican que para seguir vendiendo esta línea teníamos que tramitar la licencia porque estábamos fuera de la ley. Así que frenamos la distribución para averiguar los pasos a seguir con el objetivo de conseguirla», explicó Chiarlo, sobre los inicios de este proyecto deportivo y lúdico.
Mientras tanto, desde el gobierno santafesino se contactaron después de ver la iniciativa en redes, con la idea de enviarle a Leo Messi los 30 bolones a Miami. Tinka puso manos a la obra y preparó una caja especial tallada a mano con la colección completa adentro, la cual le hizo llegar al 10 de la selección a través del humorista y político, Miguel del Sel, quien viajaba a Estados Unidos.
«Messi la recibe y se saca una foto que se hizo viral, no esperábamos ese gesto, nos puso muy felices. Ahí el tema volvió a explotar y desde Torneos se pusieron firmes con nosotros por la licencia, era momento de sacarla», explicó la empresaria.
Lograr la licencia de AFA
Tras varios trámites y reuniones, Tinka logró la licencia de la entidad máxima del fútbol del país, que contempla un contrato por dos años, donde se incluyen una serie de cláusulas y dinero que la empresa deberá abonarle en concepto de regalías. Desde la firma destacaron la red de oportunidades que se les abrió a partir de este paso, ya que si bien la AFA no se encarga de la parte de comercialización, sí facilitan las conexiones para que sus licenciatarias puedan ampliar sus circuitos de venta.
«Nos generaron las redes para venderlos, la conexión con marcas y todo el aparato de publicidad. Por ejemplo, el jueves pasado hicimos nuestro primer auspicio en el nuevo programa de streaming ‘Manta Corta’, que contó con la participación de Guillermo Coppola y que vamos a promocionar durante tres meses, de hecho van a jugar a las bolitas en vivo con nuestras colecciones», explicó la titular de Tinka.
Lo más complejo en todo el proceso de obtención de la licencia fue realizar las modificaciones en el packaging original para adaptarlo a los requerimientos de la AFA. Según Chiarlo, la bolsita donde van las canicas sigue siendo igual y lo que cambia es que tiene un cartón por fuera que la cubre y está ploteada con imágenes de la selección, más el holograma de AFA, tramitado a través de Torneos y Competencias.
Tinka ya arrancó la producción de 150 mil nuevos bolones que se seguirán vendiendo de a tres por envoltorio para incentivar al público a completar la serie. A su vez, diseñaron otros productos para acompañar este lanzamiento. Uno de ellos es un kit armable para poner los bolones en una tribuna especial a modo de exhibición.
Por otra parte, sacarán al mercado una edición especial de la caja que le fabricaron a Messi. «Es una caja de madera y va vidriada por arriba. Abajo tiene una tribuna dorada donde van ubicados los 30 bolones, con el logo del Mundial y el de Tinka. A eso, se le suma algunos extras que pensamos como una caja ploteada con colores negros y dorados, un banderín y otros detalles», aseguró Chiarlo.
Las bolitas se comercializarán a toda la Argentina, principalmente a través de la red de distribuidores de la empresa. El valor de la caja que se vende al por mayor y contiene las 25 bolsitas es $49.500 aunque el precio de venta final variará según cada comercio. «La primera edición que lanzamos en enero se vendía a $2500 en Santa Fe y en ciudades de Buenos Aires nos enteramos de que la cobraban $8 mil, nunca queda fijado un precio único a los consumidores», consideró la empresaria.
La historia de Tinka
Tinka nació en el año 1953 por la decisión de Víctor Hugo Chiarlo, tío de Mariana, quien dejó su trabajo en una cristalería y se lanzó a fabricar bolitas de vidrio para que los niños pudieran jugar con ellas. Luego se sumó al negocio Ángel Chiarlo, padre de Mariana, y un tercer socio, Ricardo Reinero. Hoy en día, es la tercera generación la que se encuentra al frente de la firma, con las hermanas a la cabeza, pero también sobrinos e hijos de ellas.
Para esta gran familia, las canicas son su sustento y el recurso que venden a todo el país. De hecho, un suceso inédito fue que la edición de bolitas del Mundial les permitió llegar a la Patagonia, zona que no habían explorado antes por los altos costos logísticos que implica la distribución.
Por fuera de esta colección, la fábrica cuenta con otras diez líneas, que son canicas de vidrio negras con colores por fuera o en versión ‘meteorito’, con pedacitos de colores alrededor.
«Los bolones ‘Campeones del Mundo’ se hicieron con stickers personalizados que nosotros compramos. Se pega uno por uno en cada bolita y se ingresan las unidades en un horno donde se victrifica, es decir, que el sticker toma la consistencia del vidrio y parece pintado. Es un trabajo manual muy grande y artesanal, cuesta más del doble que hacer una bolita convencional. Lo que estamos ofreciendo ahora a las empresas es hacer bolones con su logo, como regalo empresarial, incluso la Municipalidad de San Jorge, que tiene su propio bolón», expresó la empresaria.
Fuente: Uno Santa FE