Anticipan la llegada del fenómeno de La Niña

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La sequía que afectó a la Argentina en 2023 podría volver a golpear a la región en 2024 y 2025 si se cumplen las proyecciones climáticas de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), organismo que este lunes anticipó que el fenómeno conocido como «El Niño» terminaría a mediados de este año y no volvería a producirse durante los próximos meses. En ese marco, crecen las chances de que hacia fines de 2024 se repita «La Niña», efecto que impactó a Sudamérica desde 2020 hasta 2023.

«El fenómeno El Niño 2023/24, que contribuyó a alimentar el aumento de las temperaturas globales y de las condiciones meteorológicas extremas en todo el mundo, muestra signos de estar llegando a su fin. Es probable que haya un regreso a las condiciones de La Niña más adelante este año», indica la OMM en su último informe sobre estos dos fenómenos meteorológicos mundiales, que tienen impactos casi opuestos.

Los pronósticos de la OMM estipulan que entre junio y agosto de 2024 hay 50% de probabilidades de que la fase de El Niño pase a «condiciones neutrales» y 50% de que mute a La Niña.

En tanto, hay un 60% de probabilidades de que La Niña aparezca en el periodo julio-septiembre y un 70% en agosto-noviembre, según la OMM, que considera que «el riesgo de reaparición de El Niño es insignificante durante ese periodo».

De acuerdo con el organismo, las probabilidades de que El Niño vuelva a desarrollarse en lo que queda del año son «insignificantes». La fecha del posible retorno del fenómeno seco es clave porque podría coincidir con los inicios de la siembra de trigo, maíz y soja para la campaña 2025. Es decir, una nueva seca implicaría una posible merma en la cosecha y la consecuente liquidación de divisas del agro del año próximo.

La Niña designa el enfriamiento a gran escala de las temperaturas de la superficie de los océanos en el centro y el este del Pacífico ecuatorial, un fenómeno asociado a cambios de la circulación atmosférica tropical.

Los efectos precisos varían en función de la intensidad y la duración, así como de la época del año en que se produce el fenómeno y la interacción con otros fenómenos climáticos, señala la organización de la ONU. El factor regional también debe considerarse al hablar de estos efectos, ya que en los trópicos La Niña produce impactos climáticos opuestos a los de El Niño.

La fecha del posible retorno del fenómeno seco es crucial, ya que podría coincidir con el inicio de la siembra de trigo, maíz y soja para la campaña 2025. Es decir, una nueva sequía podría resultar en una disminución en la cosecha y la consecuente reducción en la liquidación de divisas provenientes del sector agrícola el próximo año.

Cómo impacta en el clima La Niña

El Niño, también conocido como Oscilación del Sur (ENOS), y La Niña, son las dos caras de un mismo fenómeno natural: el cambio de temperaturas del Océano Pacífico ecuatorial, en especial en sus regiones central y oriental. Este fenómeno afecta las condiciones climáticas de diversas partes del mundo, y en particular las de América del Sur y Argentina. Comprende tres fases: El Niño, La Niña y una fase neutra.

Los efectos de esta oscilación en Argentina varían según la región, la época del año y la fase eventual. Por ejemplo, durante El Niño, la primavera y el verano suelen ser más lluviosas en nuestro país y pueden dar lugar a inundaciones. En las mismas fechas, La Niña suele tener precipitaciones por debajo de lo normal y hasta puede provocar sequías como la registrada entre 2022 y 2023.

Pronósticos de precipitaciones para la temporada junio-agosto 2024

El fenómeno tiene una periodicidad irregular y suele ocurrir cada dos a siete años. Según el Servicio Meteorológico Nacional, una fase El Niño o La Niña se declara cuando las temperaturas del mar en el Pacífico oriental tropical aumentan o disminuyen 0,5°C por encima o por debajo del promedio durante varios meses consecutivos (5 trimestres).

La OMM advirtió que estos fenómenos climáticos naturales «se producen ahora en el contexto de un cambio climático inducido por el hombre, que aumenta las temperaturas mundiales, exacerba las condiciones meteorológicas y climáticas extremas y repercute en los regímenes estacionales de precipitaciones y temperaturas».

En este sentido, señalaron que los últimos nueve años fueron los más cálidos jamás registrados aún considerando los efectos de enfriamiento de La Niña que duró desde 2020 hasta principios de 2023. En cuanto a El Niño, alcanzó su punto álgido en diciembre de 2023 y se consolidó como uno de los cinco más fuertes registrados.

Fuente: Rosario3

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