Rescates y evacuaciones por la tormenta Isaac en el sur de EE.UU. – Hay numerosas viviendas bajo el agua en las zonas más bajas. Las autoridades ordenaron la evacuación inmediata de entre 50.000 y 60.000 personas a lo largo del río Tangipahoa, que pasa por los distritos estadounidenses de Louisiana y Mississippi, ante el temor de que se rompa una presa del lago que lleva el mismo nombre.
«Una orden de evacuación preventiva se ha emitido para el área sur del lago Tangipahoa. La presa ha sufrido graves daños por las fuertes lluvias de la tormenta tropical ‘Isaac'», anunció hoy el Centro de Gestión de Emergencias de Mississippi, que insistió en un comunicado en que la presa no se ha roto y se trabaja en su reparación.
El presidente del distrito de Tangipahoa (Luisiana), Gordon Burgess, detalló que a los ciudadanos se les ha dado 90 minutos para abandonar las zonas adyacentes al río. Se teme que una posible rotura de esa presa inunde toda el área.
El gobernador de Louisiana, Bobby Jindal, ordenó que se fleten micros para ayudar en la evacuación. «Aún no sabemos dónde (serán evacuados los residentes). Sólo quiero alejarlos del río», dijo Burgess a medios locales.
La tormenta tropical «Isaac» sigue su desplazamiento hacia el centro del estado de Louisiana, aunque va perdiendo fuerza. Pese a ello aún provoca fuertes vientos y lluvias torrenciales que anegan la región.
El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos que sus vientos máximos sostenidos se han reducido hasta los 65 kilómetros por hora y avanza lentamente (15 km/h) hacia el nor-noroeste. Por eso se mantiene el alerta en un amplio radio.
«Los mayores vientos se están produciendo sobre el agua o cerca de la costa», señaló CNH. Y advirtió que «aunque ya no es un huracán, aún provoca oleaje de hasta tres metros en Mississippi y el sureste de Luisiana e inundaciones peligrosas», al tiempo que se siguen formando tornados aislados.
Mientras Isaac continúa su marcha, cientos de miles de viviendas permanecen sin electricidad y se ha tenido que evacuar a miles de personas.
En Nueva Orleans, mientras tanto, el sistema de diques, muros y compuertas parecía resistir una de sus más duras pruebas hasta ahora.
