La noticia cayó como una bomba en la ciudad de El Trébol y en pocos minutos, corrió la información a cada hogar: De Laval decidió cerrar la fábrica de insumos para el ordeñe que tenía en la ciudad y que daba trabajo a 42 personas.
En la mañana de este martes, directivos de la firma sueca llegaron a la planta de El Trébol y se reunieron con todo el personal para comunicarles la noticia.
En diálogo con este medio, José Camoletto, Gerente Comercial De Laval Argentina, señaló: “Lamentablemente se cerró la planta industrial que operaba en El Trébol. El personal se indemnizará. Es importante aclarar que la decisión de cierre del parque industrial de El Trébol, corresponde a una cuestión de estrategia global que tiene De Laval como en otros países con plantas del mismo estilo. De Laval dividió los productos que comercializa en tres categorías”.
Camoletto detalló: “Por un lado, la firma produce productos de alta tecnología donde la robotización juega un gran papel, al igual que la electrónica e inteligencia artificial, sensores para ordeñe y monitores en tiempo real. Esa tecnología es a la que apunta De Laval hacia el mundo y la firma es innovadora en materia de ordeñe. Esos productos no se hacen El Trébol, donde se hacían partes muy básicas”.
“Hay un segundo grupo de productos, que no tienen gran desarrollo, pero son necesarios como tanques de frío, calesitas de tambos rotativos, etc. Eso se seguirá fabricando en otros países. La tercera categoría era de productos que no requieren de gran tecnología. De Laval tercerizará ese tipo de insumos. La gente quizás no lo sabe, pero lo que se hacía en El Trébol no excedía el 25% de la máquina de ordeñe en total”, detalló el Gerente Comercial de la compañía sueca.
“No es una cuestión política”
Camoletti aclaró: “Esto no es por la situación política y económica. Se cerró en Brasil una fábrica de tanques pequeños. También plantas similares corrieron la misma suerte en Polonia y Estados Unidos. De Laval se centró en otros lados”.
Los empleados
De Laval, en El Trébol, les daba trabajo a 42 familias. Sobre esta cuestión, que impacta directamente en la economía de la ciudad, Camoletto enfatizó: “La empresa, en primer lugar, agradeció enfáticamente a los empleados, algunos, de más de 30 años. El cierre no es porque la fábrica haya dado pérdidas, sino que los productos que se hacían acá se van a tercerizar. A los empleados, se les dio una propuesta de indemnización completa, beneficios extras y pagos de compensaciones de manera inmediata y no en cuotas. Sabemos la situación inflacionaria del país y es por ello, que el pago se hará de una sola vez. Por otra parte, De Laval, expresó a cada empleado, que tratará de reubicarlos cuanto antes, recomendando a colegas y distribuidores porque sabe de la calidad de empleados que tenía”.
Pionera en Latinoamérica
La fábrica, fue fundada por Don Alfredo Bosio, que llegado desde Italia comienza con la actividad en el año 1904. Primero empezó con una herrería y carpintería y luego con la fabricación de rodados y repuestos de maquinarias agrícolas junto a sus hijos Juan Bautista, Vicente, Matilde y Rosa dando nacimiento a la empresa Alfredo Bosio e Hijos SRL.
Y en la década de 1950 inicia la fabricación de ordeñadoras mecánicas, constituyéndose en la «primer fábrica integral» de equipos de este tipo en Argentina y América latina.
En el 2001 la firma DeLaval Holding BV adquiere la mayoría accionaria de Juan Bautista Bosio SA quien pasa a formar parte de su grupo United Bands.
Preocupación del Municipio
La intendente de la ciudad, Natalia Sanchez, se enteró de la noticia mientras estaba en una misión en Buenos Aires y organizó una reunión con los empleados de De Laval para este miércoles por la mañana en la Sala Auditorio del Teatro Cervantes.
Desde el Área de producción municipal, también se mantuvieron permanentes reuniones con la administración local de De Laval, durante toda la mañana.