El Expreso a pura emoción, con justicia, corazón, garra y mucho fútbol del bueno, se metió en la final, ganándole nada menos que a Trebolense, su clásico rival.
No hubo dudas. El «Verde» es finalista con todas y cada una de las letras. El planteo fue impecable y desde el primer segundo mostraron que querían y tenían como ganar el partido.
Fue una fiesta en ambas hinchadas, quienes coparon el estadio «Centenario» en la noche del jueves a puro color. La alegría de un clásico como el de El Trébol.
El partido
A los 3 minutos el «Verde» pegó duro. Retamosa recuperó atrás de la mitad de chancha, tocó para González, que con un pase rápido habilitó a Alan Becerra. Éste controló, enganchó dos veces y definió cruzado inflando la red de Laurenti. Jugada magistral.
Los minutos fueron pasando y el control del cotejo no salió de los pies de la visita, que tuvo chances de aumentar la diferencia. A los 27′ tras un error de la defensa del «Cele», se lo perdió Becerra, quien encaró, eludió a Suárez, enganchó en el área y definió. Esta vez, una notable atajada del Uno rival, le ahogó el grito.
A los 30′ Trebolense tuvo su oportunidad e incomodó el arco de Turchetti. Tiro de esquina de Martínez, Alexandro Suárez cabeceó en soledad de pique al suelo y la pelota se fue al lado del palo izquierdo.
Cerca del final de la primera parte, Becerra volvió a romper la defensa rival con un enganche y una definición que se fue al lado del poste derecho.
Complemento
A pesar del desgaste físico del primer tiempo, con marcas permanentes y un ataque constante, que sólo fue atenuado con faltas duras del rival, El Expreso pudo mantener la dinámica de juego.
Y otra vez, sin dejar pensar al «Celeste», se aseguró el partido con el segundo gol. A los 6’, el tiro libre de Elías González pegó en el palo y en el rebote, Leonel Oviedo no perdonó.
Cerca del final, Trebolense tuvo algunas aproximaciones, pero con un juego desordenado y apelando más a lo individual. A los 41′, Benedek abrió a la derecha para Suárez, quien controló, enganchó y remató de zurda pero una extraordinario intervención de Turchetti, ahogó el grito.
La victoria
Fue una victoria de un equipo que quiere gritar campeón. Todos dieron lo mejor y pusieron ese plus que se necesita para ganar un clásico. Defendieron su arco con un ataque constante, tuvieron el manejo del balón y controlaron los tiempos.
Párrafo distintivo para Isaías Alegre, una de las figuras y el artífice del triunfo, incluso jugando con una dificultad en una pierna tras una fuerte entrada del rival. Ni hablar de Alan Becerra y Elías González, que descolocaron al rival, estuvieron imbatibles y marcaron el rumbo del equipo.
Como en la foto, mirando al cielo con la alegría y con la satisfacción de haberlo dado todo; cumpliendo el sueño del pibe del club de estar en una final. El sueño de cada uno de los hinchas. Son 36 años sin salir campeones y 30 sin jugar una final. Allá va El Expreso con toda la ilusión.