Meli Gaido, es de la ciudad de El Trébol, tiene 24 años y es hija de una persona con obesidad mórbida y dejó un conmovedor testimonio en sus redes sociales.
En las últimas horas, vio, junto a su familia, la película «The wale» (La ballena), un film que trata sobre la vida de personas con diferentes patologías relacionadas a la obesidad.
Y dejó un relato conmovedor, crudo, que llama a la reflexión, en una sociedad, en la que la palabra «gordo» o «gorda», también se mezcla con otras como «mogólico» y otro tipo de adjetivos «descalificativos», que sin más, son lanzados al viento, por la gente, sin pensar en el daño y en el agravio, que puede ocasionar en un ser humano.
El posteo de Meli
«Hola! Hoy tenía ganas de compartir esta película, no apta para gordofobicos!
Obvio que cada persona o familia lo vive distinto, cada familia es un mundo diferente, en mi caso, no como el de la película, tiramos todos para el mismo lado, sabemos lo que conlleva tener una persona con esas características y todo lo que pasamos juntos puertas adentro con mi mamá y mi papá, pero a pesar de todo siempre nos vamos a tener para seguir peleándola juntos a pesar de todo!
Hay muchísima discriminación tanto en grandes como en chicos y es lamentable pero pasa y va a seguir pasando. Solo el que lo vive sabe lo que se sufre, lo que duele y la lucha que se lleva día tras día. Cómo dije en dicha publicación anteriormente «La obesidad es la única enfermedad que es socialmente aceptada a ser discriminada, nadie se ríe de un enfermo de cáncer pero de un obeso SÍ, porque muchos piensan que el obeso es gordo porque quiere, porque no deja de comer y créeme que nadie ama ser gordo, ni lo es por elección propia».
Todavía no puedo entender que haya cabezas tan cerradas, que siguen apuntando con un dedo, juzgan sin conocerte sin saber nada de vos o hablan de la obesidad sin tener una mínima idea de todo lo que abarca. También es lamentable que tengamos (me incluyo)que ir a psicólogos/psiquiatras porque desde chicos sufríamos y sufrimos hoy en día en silencio con la cabeza gacha, con palabras que duelen más que un golpe, feas, hirientes, que la sociedad te decía y te siguen diciendo hoy en día, y por qué tenemos que pedir ayuda ya que comemos por caer en una depresión, por estar cargando con palabras e insultos de personas sin vida propia, de personas que no se miran a ellas mismas. Es lo más fácil, insultar al otro, pero no se dan una idea el mal que hacen. Pasas a ser una persona que te miras al espejo, odias lo que ves, no te reconoces y NO TE QUERES!!!
No querés lo que ves y no hay nada peor que no tener amor propio, NO QUERERTE! ojalá esto cambie algún día, que cambien algunas cabezas.
Pero bueno.. cómo hay personas malas hay personas BUENAS de verdad y empáticas y eso si hay que agradecerlo hoy, te hace ver qué no todo está perdido y que a lo largo podamos ver un cambio como sociedad.