«Los biocombustibles sólo pueden crecer con valor agregado»

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– «En la Argentina contamos con un gran potencial de desarrollo y la única forma de crecimiento que tenemos es con tecnología y sobre todo, con agregado de valor en origen», afirmó Francisco Anglesio, en la apertura del taller Los impactos sociales y ambientales de la producción de biocombustibles en América, que se realizó hoy en la Bolsa de Cereales, en Buenos Aires.

Con expositores de los Estados Unidos, Brasil, Canadá y México, el objetivo de la jornada fue consolidar la producción sustentable de los biocombustibles en la Argentina. Debido al interés mundial y a la demanda de reducción de gases efecto invernadero en la producción de los biocombustibles, «organizamos este taller como un espacio para debatir las problemáticas y plantear soluciones en el panorama actual de nuestro país», señaló Jorge Hilbert, referente de bioenergía del INTA.

«El tema de los biocombustibles es una asignatura pendiente en el INTA, a pesar del crecimiento que hemos tenido», anunció Francisco Anglesio. Por eso, desde el Consejo Directivo del INTA se propusieron a los biocombustibles como uno de los 10 temas estratégicos de la Institución y se van a incorporar profesionales, vinculados a esta temática, dentro de las 150 vacantes que hay disponibles.

La capacidad productiva en la Argentina está lejos de su máximo rendimiento, según el vicepresidente del INTA. En países como Brasil, el 60% de la producción de combustibles son biocombustibles y la Argentina está por abajo del 5% de esta cifra. «Tenemos un desarrollo incipiente en bioenergía. Si se analiza que, en los últimos diez años, el petróleo creció 5 veces y el maíz y la soja 2 veces, y que todavía podemos multiplicarlos por tres si se agrega valor en origen, entendemos claramente dónde está el camino y cuáles son los desafíos», expresó Anglesio.

Según Anglesio, si se analiza el crecimiento de los granos en la última década, se puede triplicar su valor procesándolos en origen. «Entendemos claramente dónde está el camino y cuáles son los desafíos».

Red de investigación internacional

Las primeras exposiciones mostraron el trabajo de la red de coordinación de investigación (RCN) y el acuerdo para la investigación y la educación (PIRE), que se focaliza en el desarrollo de una red panamericana para el estudio de la sustentabilidad de los biocombustibles. «Estos proyectos son financiados por la National Science Foundation de los Estados Unidos y ambos están coordinados por la Universidad Tecnológica de Michigan», señaló Hilbert.

Kathleen Halvorsen, profesora de la universidad norteamericana e investigadora de PIRE, expresó que el trabajo que lleva adelante un equipo internacional de científicos está enfocado en investigar las dimensiones políticas y socio-económicas que causa el desarrollo de los biocombustibles en diferentes países.

De acuerdo con Halvorsen, «vamos a comenzar con plantaciones intensivas de eucaliptus, porque creemos que es una plantación que puede ser materia prima para la producción de biocombustible», y agregó: «Estamos aprendiendo mucho de los recursos y las investigaciones que hicieron en el INTA y junto a ellos, estamos conociendo nuevos casos».

La red de investigación está formada por 33 científicos de Brasil, Estados Unidos, México y Argentina, para estudiar diferentes casos de producción de biocombustibles. En el caso de la Argentina, trabajan junto a la Estación Experimental de INTA Concordia –Entre Ríos– en las plantaciones de eucaliptus.

Halvorsen: «Estamos aprendiendo mucho de los recursos y las investigaciones que hicieron en el INTA. Estamos conociendo nuevos casos».

El seminario contó con el apoyo del Ministerio de Agricultura de la Nación, el Consejo Profesional de Ingeniería Agronómica, la Cámara Argentina de Productores de Biodiesel (Carbio), la Asociación de Biocombustibles e Hidrógeno (ABH), la Cámara Argentina de Energías Renovables (Cader), la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, la Universidad Tecnológica Nacional y la National Science Foundation de los Estados Unidos.

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