Héctor Martinez y Federido Pignatta, tomaron el primer equipo de Trebolense, en el peor momento. Cuando todo quemaba, cuando todo era negro y cuando «todo estaba mal».
Primero Federico Pignatta, le dijo «Sí» a la nueva comisión, después. se sumó al «Pato», que no había tenido la oportunidad, a principios de año.
Ambos dijeron sí, cuando quedaban ruinas del primer equipo. Muchos se fueron, muchos no se quedaron y vino la copa «Integración». Esa que «si no la ganas, te matan y si la ganas, era porque tenías que ganarla», dijo en su momento el «Pato» tras levantar la copa.
Y había que empezar el Clausura, de visitante y ante el clásico rival. Y ahí fue Trebolense, con mucho orgullo, con mucho oficio y con buen juego. Fue, vió y venció.
«Nos merecíamos esto por lo que habíamos pasado. entendieron el mensaje del cuerpo técnico. Somos una familia y el clásico se jugó como había que jugarlo», expresó Martinez, con el sonido de los bombos retumbando en sus oídos.
Muy cerquita, Pignatta agregó: «Hay una comunión muy grande con los chicos y pusimos el club por delante. Nos merecíamos festejar y disfrutar».
Y agregó: «Siempre trabajamos con humildad, en silencio y no hay misterios. Es trabajar y ser responsables».
Cumpleaños feliz
Recordando una fecha tan importante para Trebolense como este lunes 1º de agosto, fecha en la que la institución festeja sus 113 años, Martinez subrayó: «Hoy es el cumpleaños del club y teníamos que ganar sí o sí. No fuimos a buscar un empate o a meternos atrás. Fuimos a ganar, merecíamos al menos, dos goles más. Ahora hay que seguir trabajando porque esto recién empieza».