El Bayern aplastó a un Barcelona desconocido – Los catalanes deben lograr un milagro en la revancha para acceder a la final. Pocos lo hubieran imaginado cuando el reloj marcó las 15.45 en Argentina y comenzó el partido entre Bayern Munich y Barcelona, en Alemania, por la ida de las semifinales de la Liga de Campeones. Pero, 90 minutos después, el marcador así lo indicaba: el local ganó 4-0 y dejó muy complicado –al borde del milagro- al equipo catalán de cara a la revancha, el miércoles 1° de mayo, en el Camp Nou.
En juego estaba un lugar en la final de la Liga de Campeones, la competencia más importante de Europa. Y eso se notó desde la previa en el primer duelo entre Bayern Munich y Barcelona. Una muestra de ello, por el lado de los de Tito Vilanova, fue que Lionel Messi apuró su recuperación y se puso a disposición para jugar como titular. Así, con la Pulga en el ataque, el conjunto catalán dominó las acciones en el arranque del primer tiempo en el Allianz Arena alemán pero duró sólo un rato esa embestida de la visita.
Pese a que Barcelona se paró decididamente en ofensiva, no generó el peligro que sí provocó el local. Apenas a los 2 minutos, Javi Martínez habilitó de taco a Robben, quien definió ante la salida de Víctor Valdés, quien se quedó con la pelota. Esa acción no era aislada: respondía a una clara presión del Bayern Munich en la salida del equipo español, al punto tal que tanto Messi como sus compañeros en ataque, Pedro y Alexis Sánchez, tenían que ir hasta la mitad de la cancha para trasladar la pelota.
Como si fuera poco, a los 15 minutos, Lahm probó al arco y la pelota dio en la mano de Piqué y se fue al córner. El árbitro no cobró penal y los alemanes estallaron. Algo similar se repitió un cuarto de hora más tarde cuando a los 32 Alexis Sánchez tocó con la mano un centro dentro del área. Para ese entonces, la protesta fue menos aireada: es que a los 24 minutos, el local hizo pesar su poder aéreo y con dos cabezazos en el área puso el 1-0. El primero fue de Dante, que mandó la pelota al segundo palo, donde apareció Müller para anotar el primero y hacer delirar a todo Munich.
¿Qué hizo el Barcelona en la primera mitad para no merecer la derrota parcial? Poco. Al equipo de Vilanova se lo notó incómodo ante la presión del Bayern. Su figura contra el PSG, Messi, nunca recibió cómodo ni tampoco tuvo chances de pegarle al arco. Así, la más clara del Barsa y del argentino fue a los 29 minutos, cuando el rosarino no llegó a impactar un centro cruzado de Pedro.
El descanso del entretiempo no le jugó a favor del Barcelona, pese a que la primera situación la generó a partir de un mano a mano de Iniesta, cuyo remate fue detenido por el arquero, aunque todo fue invalidado por un offside inexistente del español. Sucede que el local pegó rápido y duro. A los 4 minutos, un nuevo centro aéreo terminó en un nuevo gol del Bayern Munich. Müller bajó el córner desde la derecha en el segundo palo y le sirvió el gol a Gómez, que definió de zurda para poner el 2 a 0. Otra vez la polémica rodeaba al árbitro y al línea, que no vio que el delantero estaba apenas adelantado.
Barcelona no reaccionó al gol, mientras el local era una tromba. A los 6 minutos, tuvo una chance Müller, tras una jugada individual, mientras que a los 9 se lo perdió Ribery tras la habilitación de Robben, en una jugada espectacular del holandés, llevando la pelota de derecha a izquierda en la puerta del área. Apenas 3 minutos más tarde, el 10 del Bayern mandó un cabezazo apenas afuera en una nueva pelota parada en contra del Barsa.
No fallaría poco después, a los 27. Barcelona se perdió el gol y Ribery salió de contra. Tocó al centro para Schweinsteiger, quien vio cómo Robben subía en la derecha. El volante holandés, entonces, se le animó a Jordi Alba, lo sobrepasó y mientras los jugadores del equipo catalán pedían un bloqueo de Müller sobre el defensor, Robben se escapó y definió cruzado de zurda para poner el 3-0. La situación fue aún más grave cuando a los 30 Bartra se perdió el descuento (tenía tiempo para parar la pelota pero dio media vuelta y definió por arriba del travesaño), ya que un gol como visitante es clave para que el Barsa se ilusione con la remontada en el Camp Nou la próxima semana.
La remontada casi quedó en el olvido a diez minutos del final cuando Valdés salvó el cuarto al taparle un remate a Müller. El arquero no pudo impedirlo un minuto después: tras un centro de Alaba, el delantero alemán, esta vez, le ganó la espalda a Jordi Alba y definió entre el defensor y Valdés para poner el definitivo 4-0. Como si fuera poco, la impotencia de Barcelona se evidenció en la infantil amarilla que le sacaron a Alba por tirarle la pelota en la cara a Robben, perdiéndose así la revancha, donde el equipo español deberá mejorar y, fundamentalmente, ser letal ante un equipo que sacó una distancia abismal y llegará con confianza al Camp Nou.
Fuente: Clarin.com
