RECUERDOS – «La última primicia de Richi» – Por Francisco Díaz de Azevedo

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Por Francisco Díaz de Azevedo

Tras más de 20 años vividos en FM 90.5  Stereo vida, podría hablar de muchos momentos vividos junto a “Richi”. Tuvimos programas, móviles, noticias impactantes; transmisiones en vivo, como así también asados, peñas y algunas salidas.

Todos aprendimos algo de “Richi”, o “Richard”, como yo le decía. Sin embargo, el olfato periodístico suyo, fue su sello distintivo. Y no lo perdió nunca, ni siquiera con el paso de los años.

Sus días de radio, eran su modo de vida. Pero voy a recordar la última vez que hablamos.

“Richard” ya estaba internado después de los sucesos de fines de julio. Su estado era delicado y su ánimo no era mejor que eso.

Si bien, habíamos intercambiado mensajes de ánimo, “Richard” apenas respondía. Su situación era precaria, dolorosa.

Pero ese día, de septiembre, una llamada tempranera me sorprendió.

“Richi” había sido derivado a El Trébol y estaba en el hospital. Una leve mejoría nos había ilusionado a todos. Lo habían operado y parecía que la cosa andaba. Yo lo había ido a ver, crucé unas palabras, pero me pude quedar poco. Su salud no era la mejor, estaba dolorido.

Sin embargo, un jueves, recibí una llamada a mi celu a las 9.01 de la mañana. “Richi” decía la pantalla y atendí extrañado:

– “Pancho. Hay mucho movimiento en el hospital. Hay corridas, se escuchan ambulancias, estate atento”, me dijo una voz débil del otro lado del aparatito.

– “Hola Richard, como andas? Ok, ok, voy a ver qué pasa”, le contesté y le solté: “Quedate tranquilo, yo me ocupo”. Cortamos.

La conversación duró exactamente 40 segundos y fue la última vez que escuché su voz.

Dos minutos después, la sirena de bomberos, rompía con el silencio de la mañana tempranera. Un incendio fatal se perpetraba en la ciudad y una persona fallecía en el interior de una vivienda. Días después, otra persona perdía la vida por esas llamas.

“Richi”, a pesar de su estado delicado, había estado atento a los movimientos. Desde la habitación Nº 5 del SAMCo, se había dado cuenta que algo pasaba y me llamó.

Las noticias, la radio, las primicias, eran su pasión. La voz del pueblo, en la radio del pueblo, no se olvidará fácilmente.

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