BALLET EL TREBOL EN EL CERVANTES – El inagotable arcón de arte de Víctor y Graciela

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Un día volvieron a actuar en la ciudad, volvieron a pisar las tablas del viejo Teatro Cervantes y volvieron a conmover.

Ballet El Trébol es una marca registrada, de dos enormes directores, que, con el paso de los años, supieron capitalizar lo aprendido, sobrevivir al cambio generacional de sus artistas bailarines y sumar detalles sutiles, apoyados en los clásicos que nunca fallan.

La dupla Recalde – Pons mueve un engranaje aceitado y perfecto con total naturalidad, a pesar de lo que cuesta hacerlo. Quien fue al Cervantes en la noche del sábado y no se percató del trabajo que hay detrás de bambalinas, quizás esté lejos de saborear un espectáculo que tiene el equilibrio perfecto y el balance ideal en lo que pasa sobre el escenario y lo que ocurre detrás.

Una veintena de bailarines pasan de un «Malambo femenino» a unas pinceladas sureñas en cuestión de minutos, con nuevos trajes y la perfección de cada cuadro, apuntalados por una banda sólida que sumó un detalle tan sutil como bello: La flauta traversa de Juana Rebosio, que reemplaza al violín y le suma dulzura a cada interpretación.

Y si hablamos de la banda, la interpretación de «Libertango» de Piazzola, conmueve hasta los balcones del teatro.

Pero Ballet El Trébol, sabe cuando aggiornar y cuando mantener la excelencia a través de los años. «La leyenda de la Telesita», superó interpretaciones generacionales y sigue fresca, misteriosa, y cada día más mística.

Por otra parte, «Argentina 1890» y sus historias de burdeles, se codea con un público emocionado que hizo de la interpretación su primera ovación.

«La suite criolla y malambo» hace las veces de cierre. Es, fue y será el «hit» de un ballet, plagado de desafíos, como los de reemplazar a los notables bailarines de los años 90´ y los primeros 20 años del 2000 y salir airosos con jóvenes que con botas y sombreros, se paran desafiantes ante las gradas colmadas y arrancan la última ovación.

Ballet El Trébol, sólo puede ser único e inigualable por el talento, el arte y la magia de Víctor Recalde y Graciela Pons. Una dupla, que surfeó las décadas, atravesó tempestades y en mar abierto, volvió a tomar velocidad, siendo embajadora en escenarios lejanos.

Así, capitalizó kilómetros, cultura y sapiencia y hoy ofrece un arcón lleno de arte que siempre se codea con el vanguardismo.

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